Emisiones de metano
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Días atrás desde Ambientum recogimos la advertencia que la Unión Europea realizaba a España acerca del problema de los vertederos; Hoy, os comentamos acerca de otro aviso que nos llega desde Bruselas y que no es otro que las emisiones de metano en la ganadería, considerada la principal fuente de emisiones en nuestro país.

Y es que en un contexto en el que el Gobierno se encuentra en proceso de elaboración de la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que deberá ser presentado ante Bruselas antes de junio como plazo máximo, es necesario una reelaboración del mismo, debido a que las medidas que se recogían en él hasta ahora no son suficientes, porque en lugar de lograr una reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 que era el objetivos,  las medidas actuales solo conducirán a una reducción del 51%.

Emisiones de metano ganaderas

El metano (CH4) es el segundo mayor contribuyente histórico al cambio climático, después del dióxido de carbono. Sin embargo, en un horizonte de 20 años, su potencial de calentamiento es hasta 86 veces mayor que el CO2 debido a su capacidad para retener energía. 

Lamentablemente, las emisiones de metano continúan aumentando en lugar de disminuir. Se proyecta que, si no se implementan cambios significativos, las emisiones antropogénicas globales de metano, en gran parte procedentes del sector energético, aumentarán un 13% durante esta década.

Según el inventario de emisiones actualizado en marzo de 2024, la principal fuente de emisiones de metano proviene de la ganadería, específicamente de la ganadería industrial de bovinos, caprinos y ovinos.

Los rumiantes, como vacas, cabras y ovejas, tienen un sistema digestivo único que incluye cuatro estómagos. Debido a su constante alimentación y a la actividad continua de su proceso digestivo, estos animales emiten cantidades significativas de metano a través de eructos y flatulencias.

Solución a las emisiones de metano

El biólogo Ismael Morales defiende que unas de las soluciones para reducir el impacto de gases producidos por la ganadería, es la dieta en animales. Ismael dice que los piensos que comen los animales son mucho más ricos en proteínas que las hierbas del campo. 

Otra solución es la concentración de cabezas de ganado mediante el modelo extensivo. En este modelo, se utiliza un enfoque de pastoreo rotativo, donde el ganado es movido de un área a otra de manera regular para permitir que el pasto se regenere y reducir la presión sobre el suelo.

Al concentrar a los animales en áreas más pequeñas y controladas, se pueden implementar medidas adicionales para capturar y utilizar el metano emitido, como la instalación de biodigestores que convierten los gases de desecho en biogás, que puede ser utilizado como fuente de energía.

Residuos orgánicos y biogás

Además de las emisiones de metano generadas por la digestión de los rumiantes, la ganadería también contribuye a la emisión de metano a través de los residuos orgánicos que produce. 

Este problema no se limita solo al ganado vacuno, sino que también afecta a los cerdos. Los purines, que son los excrementos del sector porcino, no solo son altamente tóxicos debido a su alto contenido de nitratos, lo que puede ser perjudicial para el suelo y para las aguas, sino que también emiten metano.

El PNIEC aborda la gestión del estiércol para eliminar emisiones de metano, así como el manejo de residuos en general. Pero los especialistas piensan que esto no es suficiente para lograr la reducción marcada por la Comisión Europea.

¿El compromiso mundial es suficiente?

Todos los países están tratando de descarbonizar sus economías para 2050 y cumplir con los límites de emisiones, que se marcaron en la cumbre del clima de la ONU en Glasgow, en 2021.

A pesar de que España, junto con otros 157 países, ha suscrito el Compromiso Global por el Metano.

Los ecologistas expresan su preocupación. Si los planes climáticos de España no incluyen medidas para reducir el metano proveniente de su principal fuente de emisiones, la ganadería, existe el temor de que este compromiso no se traduzca en acciones efectivas.

Reducir la cabaña ganadera

Para los ecologistas la solución es clara, hay que comer menos carne. El especialista de la ONG, Mighty Earth, Carlos Bravo explica que “cada animal rumiante es una fuente de metano. Hay que reducir sobre todo el número de vacas para consumo humano. Tiene que haber una oferta menor de carne”

Este enfoque tendría beneficios no solo en términos de mitigación del cambio climático, añade el experto, sino también en cuanto al cuidado de la salud. La Organización Mundial de la Salud aconseja reducir el consumo de carne roja, a la que identifica como «probablemente carcinógena».

Fuente: EFEVERDE

Redacción Ambientum



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