Especialistas en este sector, advierten de la importancia de dar preferencia a acciones de sostenibilidad durante las campañas de vacunación, con el fin de disminuir la huella ambiental del sector y es que, hay cuestiones sobre las que reflexionar acerca de la gestión de los recursos relacionados con este asunto, te contamos algunas.
Emisiones españolas de GEI
El sector sanitario representa aproximadamente el 4,5% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) en España, siendo las campañas de vacunación generadoras de parte de esta huella de carbono.
En realidad, el informe analiza cómo se podría reducir significativamente la huella medioambiental de las campañas de vacunación a través de cambios en la contratación pública que impulsen compras con criterios de sostenibilidad.
Compromisos medioambientales de España
Asimismo, España comparte el objetivo de la UE de reducir los GEI en un 55% para 2030 y lograr un Sistema Nacional de Salud neutro en emisiones netas para 2050.
Soluciones para un presente y futuro sostenible
Finalmente, la vacunación desempeña un papel crucial al salvaguardar la vida de millones de personas. Siendo su valor incuestionable, podemos realizar avances para minimizar su impacto medioambiental adoptando prácticas sostenibles como:
- Eliminación del plástico en el envasado de vacunas: Para reducir el uso de materias primas. La incorporación de un envase libre de plástico podría ayudar a ahorrar hasta 92 toneladas de plástico al año. Lo que equivale a 19 millones de bolsas.
- Optimización de agujas adicionales: Reduciría residuos no necesarios para la administración de la vacuna en al menos: 9.7 millones de agujas
- Óptima planificación y estimación de la compra de vacunas: Para evitar la producción innecesaria y minimizar las dosis desechadas. Entre 2,3 y 3,4 millones de vacunas son potencialmente devueltas y desechadas anualmente en España. En 2022, se sobrestimaron 800.000 dosis de vacunas antigripales frente a las vacunas utilizadas
- Priorizar el uso de cajas compactas: Evitar emisiones de CO2 derivadas del transporte y la conservación en frigoríficos. Se ahorraría 457 toneladas de emisiones de CO2e
En conclusión, la aplicación de estas medidas, entre otras, podría reducir las emisiones de carbono en casi 1.500 toneladas cada año, lo que equivale a casi 3.000 vuelos de Madrid a Nueva York al año.