Para Sonia Ortiga, coportavoz de la Coordinadora Verde, está claro que la ciudadanía en un país civilizado rechaza como manifestación cultural los espectáculos sangrientos en los que se torturan y matan públicamente seres vivos. "Todos los pueblos arrastran un pasado con sacrificios humanos y animales convertidos en espectáculos festivos, pero la progresiva civilización ha traído empatía con la víctima, aunque sea un enemigo, un malhechor o un animal. Después de haber superado aquellos primitivos hábitos sociales resulta cuánto menos chocante que alguien pretenda declarar por decreto una costumbre vergonzante como Bien de Interés Cultural."
"A estas alturas, indigna volver a tener que repetir que los toros de lidia sufren de forma psicológica y física durante los traslados, encierros y corridas," recalca la coportavoz, "cuando por ley existe incluso la obligación de evitar a los animales destinados al consumo humano, en la mayor medida técnicamente posible, el sufrimiento durante su sacrificio."
Rosa Burgos, coordinadora de grupo de trabajo Animalética de la Coordinadora Verde, manifiesta su "respeto por los seres vivos obligados por su propia naturaleza a matar para alimentarse, pero no es ético ni aceptable como personas que somos el matar por divertimento, ya que estos espectáculos nos degradan. La Iglesia prohíbe desde hace siglos de manera tajante la promoción y participación en festividades taurinas, y también se ha pronunciado favorablemente a esta iniciativa legal popular (ILP) el Dalai Lama". La responsable del grupo Animalética añade que "la tortura animal, y además con pública exhibición, es un indicio poco favorable sobre el embrutecimiento social generalizado en lo que se refiere al respeto a otros seres vivos con los que compartimos esta tierra."
Asimismo, desde la Coordinadora Verde se propone para las dehesas, espacios actualmente ya protegidos, que se ofrezcan al turismo, como oportunidad única de observación en libertad del toro. Así, se ahorraría dinero público suprimiendo la subvención a espectáculos crueles y dedicándolo a otras funciones más sociales.
Los Verdes reclaman que se dé un primer paso en la dirección correcta, con la aprobación de la ILP catalana, y anima a otras comunidades del Estado español a hacer suya esta iniciativa.
Por su parte Iñigo Agirre, coportavoz de Berdeak-Los Verdes, afirmó que "en Euskadi también se destinan grandes cantidades de dinero público para este tipo de festejos. Como paradigma tenemos a la ciudad de Bilbao, que según informa el Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia, ha dedicado 4.5 millones de euros de las arcas públicas." Continuó, "es lamentable que se sigan celebrando espectáculos como el "antzar eguna" de Lekeitio, en el que la diversión consiste en romperle el cuello a un animal, y que la financiación parta de nuevo desde una administración pública."
Berdeak-Los Verdes proponen que se prohíba cualquier festejo público con animales: Idi-Probak, Zaldi-Probak, carreras de burros, encierros etc. Se evite por parte de las administraciones la utilización de animales en actos públicos; la exposición de animales vivos en los mercados y certámenes de productos campestres; la presencia de animales en los anuncios publicitarios, obras de teatro y musicales.