Que no le confunda su tamaño. Las abejas son uno de los animales más pequeños que existen en el planeta, pero está declarado como el más importante del mundo. No sólo lo reconoce la Real Sociedad de Geografía de Londres y el Earthwatch Institute, también infinidad de estudios avalan su papel vital en nuestra vida, hasta el punto que sin esta especie sería muy difícil vivir, al menos en la Tierra. ¿Cuáles son las razones?
Para empezar, son la única especie libre de patógeno, tales como virus, hongos, bacterias… Así lo confirmaba un trabajo del Centro de Emprendimiento Apícola de la Universidad Mayor y la Corporación de Apicultura de Chile. Esto significa que no transportan ni propagan epidemias. Puede que resulten incómodas y sus picaduras sean temidas, pero el sentido de estos insectos es completamente amistoso.
Clave para la alimentación
Tanto que en gran parte, nuestra alimentación depende de ellas. Se estima que aproximadamente el 84% de la producción agrícola destinada a nuestro consumo necesita la polinización. Es decir, las frutas, las verduras y los frutos secos que ingerimos no estarían en nuestra mesa sin la relevante aportación de las abejas.
La mala noticia es que están desapareciendo, especialmente por los pesticidas y diversas enfermedades (por ejemplo, el parásito Acarapis woody o las bacterias Paenibacillus Larvae). Según la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), el 37% de las abejas están disminuyendo en nuestro continente.
Ecosistemas, en riesgo
En palabras de expertos de la Comisión Europea, esta amenaza de extinción “pone en peligro el funcionamiento de los ecosistemas y, por consiguiente, las actividades económicas y el bienestar humano que dependen de ellos”.
Greenpeace recuerda a través de su informe ‘Alimentos bajo amenaza’ que “el valor económico de la labor de polinización de las abejas y otros polinizadores para la agricultura es de unos 265.000 millones de euros anuales en todo el mundo, 22.000 millones para Europa y más de 2.400 millones de euros para España”.
Medidas contra la extinción de las abejas
Conscientes del impacto de esta crisis en la biodiversidad, la economía y en el ser humano, la Unión Europea adoptó su primera Iniciativa sobre los polinizadores en 2018, en la que establecía “instrumentos políticos específicos para hacer frente al declive de los polinizadores”. El objetivo es proteger a las abejas y a otros polinizadores “para que puedan contribuir a resolver los problemas relacionados con el suministro de alimentos en el mundo y acabar con el hambre en los países en desarrollo”.
Una de las maneras de crear conciencia sobre los peligros a los que se enfrentan y su aportación a la sostenibilidad, es la declaración por parte de Naciones Unidas del Día Mundial de las Abejas, el 20 de mayo.
Aparte de iniciativas internacionales sobre polinizadores, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) facilita formación y asistencia sobre la cría de abejas reinas, la inseminación artificial o soluciones sostenibles para la producción de miel, su comercialización y exportación.
¿Qué podemos hacer nosotros?
- Cultiva variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año.
- Compra miel sin refinar a los agricultores de tu zona.
- Adquiere productos a los agricultores que incorporen prácticas agrícolas sostenibles.
- Protege las colonias de abejas silvestres.
- Apadrina una colmena.
- Deja un cuenco poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen.