“La sostenibilidad –afirma Edgar Hirt, Presidente de AIPC (Asociación Internacional de Palacios de Congresos)- es un tema que puede presentar retos a largo plazo, a la hora de valorar el éxito de nuestros propios impactos”. En consonancia con estas declaraciones, manifestadas por uno de los grandes conocedores del sector congresual a nivel internacional, el Centre de Convencions Internacional de Barcelona (CCIB) ha calculado, en colaboración con una consultoría especializada, su huella de carbono de 2009, mostrando, de esta manera, el compromiso que, como empresa, realiza en la lucha contra el cambio climático.
Conscientes de la importancia de este fenómeno, el CCIB ha decidido convertirse en una organización neutra en emisiones de CO2. Para ello, además de las medidas de eficiencia energética que se están aplicando, el CCIB compensará sus emisiones correspondientes a 2009, mediante la adquisición de unidades con valor oficial bajo el Protocolo de Kioto. Estos créditos provienen del Proyecto de Cogeneración de Bagazo de Monte Rosa, Nicaragua, bajo los estándares de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
El objetivo principal de este plan es incrementar la eficiencia energética de cogeneración para suministrar electricidad, sustituyendo la utilización del fuel-oil por bagazo, nombre con el que se denomina al residuo que queda de un material tras extraer su jugo, de caña de azúcar. Esta iniciativa no sólo ayudará a mitigar el cambio climático, al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la actividad, sino también a incrementar la competitividad de la producción agrícola de la caña de azúcar en dicha zona del país.
El CCIB, además, ofrecerá a sus clientes la posibilidad de compensar las emisiones de cada evento que realicen en sus instalaciones; una manera eficaz de manifestar el compromiso medioambiental y ofrecer una mayor calidad en el servicio. Esta iniciativa pionera se suma a la que el CCIB protagonizó en octubre de 2008, al inaugurar una planta de transferencia temporal de residuos en el propio edificio, que clasifica los residuos en seis tipos, lo que incrementa la reducción del impacto medioambiental.