El verano es el momento cumbre para eventos, festivales de música, verbenas y conciertos de todo tipo y España se ha convertido en uno de los países que más festivales organiza y que más gente de todo el mundo acoge, situándose así como referencia en el conocido «turismo de festivales».
De hecho, el sector de los conciertos y festivales en España obtuvo en 2023 un registro histórico de facturación. Cerca de 579 millones de euros, lo que supone un incremento del 26% con respecto al año anterior.
Conscientes de la magnitud, cada vez más, este tipo de eventos toman conciencia y se preocupan por la sostenibilidad. No sólo miden sus impactos, sino que incorporan acciones para reducir su huella de carbono y la del público asistente, el consumo de agua y energía, los residuos y los alimentos consumidos.
Contaminación por persona
Se calcula que en un festival, cada persona puede generar una huella de 25 kg. de dióxido de carbono. Algunos artistas, conscientes de la situación, se comprometen a medir las emisiones de CO2 ocasionadas con sus conciertos y para compensarlo, realizan después inversiones destinadas a plantar árboles, por ejemplo.
En esta línea, Radiohead fue pionera en 2007, con su campaña para concienciar sobre el cuidado del medioambiente. Planteó propuestas como el uso de combustibles alternativos, la energía solar o no comer carne durante sus actuaciones. O el vocalista de Coldplay, Chris Martin, cuando anunció que cada una de sus giras debía reducir sus emisiones un 50% respecto a la anterior.
Menos plásticos y más energía renovable
¿Cómo lo consiguen? Gracias al uso de baterías y vehículos eléctricos, de la reducción de plásticos o el uso en sus escenarios de materiales sostenibles como el bambú, según el informe publicado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Es un cambio absoluto de mentalidad y todas estas medidas se van incorporando cada vez más en la organización de conciertos y festivales de música. De hecho, las compañías organizadoras y promotoras tienen la sostenibilidad integrada en su negocio. Se está avanzando bastante, aunque aún quedan áreas de mejora. Sin duda, el buen hacer de este sector ayudará a cumplir los compromisos adquiridos en la Agenda 2030 de desarrollo sostenible de la ONU.
