El ritmo de calentamiento de los océanos casi se ha duplicado desde 2005 y un 22 % de la superficie oceánica mundial experimentó en 2023 al menos una ola de calor marina severa o extrema. Así lo confirma el último informe de Copernicus de la Unión Europea.
Este análisis revela un océano cambiante, con temperaturas récord, disminución del hielo marino polar y olas de calor marinas, incluidas las del mar Mediterráneo, que penetraron hasta profundidades de hasta 1500 metros bajo la superficie del océano.
Otras regiones, como el Mar Báltico y la región Ibérica-Vizcaya-Irlanda, también experimentaron importantes olas de calor marinas.
Hielo marino
En 2023, el hielo marino de la Antártida cayó a los niveles más bajos observados desde que comenzaron los registros satelitales. La extensión máxima alcanzada fue de 16,8 millones de km², 1,9 millones de km² menos que el promedio entre 1993 y 2010, una pérdida tres veces mayor que la de Francia. Esta situación se reflejó en el otro polo del planeta, donde el Ártico sufrió una pérdida de hielo marino sin precedentes de casi 2,2 millones de km² desde 1979, debido en gran parte al aumento de la temperatura del agua, que ha aumentado más de 4°C desde la década de 1980.
Por otro lado, las temperaturas de la superficie del océano continúan batiendo récords, a nivel mundial y regional. En agosto de 2022, por ejemplo, las aguas costeras alrededor de las Islas Baleares alcanzaron los 29,2ºC, la temperatura oceánica regional más alta registrada en 40 años. De igual modo, en muchos mares europeos, las olas de calor marinas también son cada vez más intensas, frecuentes y prolongadas. En 2022, casi dos tercios del Mar Báltico estuvieron expuestos a olas de calor marinas, y las temperaturas en el Golfo de Botnia aumentaron hasta 9,6 °C por encima de la media. En la región Ibérica-Vizcaya-Irlanda, las olas de calor marinas duraron una media de 145 días, con temperaturas que alcanzaron 6°C más que la media.
Olas de más de 7 metros de altura
Este exceso de calor no se limita a la superficie del océano. Las olas de calor marinas en el mar Mediterráneo en 2022 penetraron hasta 1.500 metros bajo la superficie, contribuyendo a un calentamiento oceánico más amplio.
El calentamiento del océano también provoca fenómenos meteorológicos más extremos. Una tormenta sin precedentes sacudió la ciudad portuaria española de Melilla en abril de 2022, cuando fuertes vientos crearon olas de más de 7 metros de altura, y algunos períodos de olas duraron más de nueve segundos. En todo el mundo, el 5% de las olas más altas han aumentado su altura en los últimos años, lo que refleja una tendencia hacia océanos más energéticos.
