Coto micológico

Los ayuntamientos de Soto del Real y Manzanares El Real han puesto en marcha un innovador proyecto para la gestión sostenible de uno de los recursos más preciados de la región: los hongos.

Se trata de la creación de un «coto micológico» en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, con el objetivo de regular la actividad de recogida de setas y «garantizar la conservación de esta zona verde a largo plazo».

Lo han hecho con una subvención de 82.000 euros de fondos europeos y tras detectar que esta zona es «una de las más valiosas» de la región en términos de biodiversidad e «interés por la recolección de setas».

Preservación de la biodiversidad

La masificación de visitantes en busca de setas había comenzado a poner en peligro la delicada biodiversidad de la zona, especialmente en los pinares. Para evitar la sobreexplotación y preservar este entorno único, los ayuntamientos han establecido un plan de aprovechamiento micológico que delimita las zonas de recolección, las especies permitidas y las cantidades máximas por persona.

La creación del coto micológico no solo busca proteger el ecosistema, sino también fomentar un turismo responsable y especializado. Al establecer un marco regulatorio claro, se espera atraer a micólogos y amantes de la naturaleza que busquen una experiencia respetuosa con el entorno. Además, se espera generar nuevas oportunidades económicas para la región, impulsando el turismo gastronómico y creando empleo relacionado con la micología.

Gestión sostenible de recursos naturales

Los interesados en recolectar setas dentro del coto micológico podrán solicitar los permisos a través de una plataforma web específica. Esta iniciativa representa un hito en la gestión sostenible de los recursos naturales de la Sierra de Guadarrama y sienta un precedente para otras zonas con gran riqueza micológica.

Entre otras medidas, serán los empadronados de Soto y Manzanares quienes tendrán preferencia, pudiendo recolectar «mayores cantidades y a un coste simbólico». Además, los ingresos generados por las tasas de recolección se invertirán directamente en el mantenimiento y mejora del coto, destinados a actividades como la señalización, la contratación de informadores y la organización de jornadas educativas para la comunidad.

En resumen, Soto del Real y Manzanares el Real han dado un paso adelante en la conservación de su patrimonio natural al crear un coto micológico en La Pedriza y Hoya de San Blas. Esta medida no solo protege el ecosistema, sino que también fomenta un turismo sostenible y genera oportunidades económicas para la región.

 

Redacción Ambientum



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