El documento apunta que la gestión de las sequías y la escasez del agua, en el marco de la legislación europea, suponen un reto importante para muchas regiones europeas afectadas frecuentemente por estos fenómenos. Además, destaca que la Estrategia Europea sobre Adaptación al Cambio Climático ofrece una excelente oportunidad para reducir la vulnerabilidad ante sus impactos.
En ese sentido, aunque las sequías no pueden ser evitadas, sí sus consecuencias gracias a una correcta planificación. La Directiva Marco del Agua (DMA), y en especial los planes de gestión de demarcación, son herramientas básicas para garantizar la correcta gestión del agua, pero en algunos territorios se pone de manifiesto la necesidad de utilizar medidas complementarias como los Planes de Gestión de la Sequía.
Los recientes avances del Grupo de Expertos sobre escasez de agua y sequía de la Estrategia Común de Implantación de la DMA (especialmente los indicadores comunes para establecimiento de mapas de riesgo) son claves para el establecimiento de un Observatorio Europea de la Sequía y la elaboración de Planes de Gestión de la Sequía.
Pueden establecerse medidas que aumenten el agua disponible
Es muy importante contar con datos fiables sobre la distribución en el espacio y el tiempo de las situaciones de carestía de agua, así como de los impactos esperado del cambio climático, para facilitar la toma de decisiones en el campo de la gestión hídrica. En el caso de cuencas transfronterizas, es necesario compartir los riesgos y los retos, así como coordinar las soluciones.
Asimismo, es fundamental fomentar la integración de las políticas sectoriales para favorecer un desarrollo sostenible que facilite la gestión de la escasez de agua y la sequía. En ese sentido, el chequeo de la Política Agraria Común ofrece una gran oportunidad para promover un uso más eficiente y sostenible del agua en el sector agrícola.
Por último, entre las principales conclusiones destaca la conveniencia de integrar la gestión de la escasez de agua y la de todos los fenómenos extremos en un mismo marco común de gestión y se propone la revisión de la Estrategia Europea sobre Escasez de Agua y Sequía en el 2012 y, dada la relación de esta temática con el cambio climático y con la Directiva Marco del Agua (DMA) vincularla con la revisión prevista, también para 2012, en estos campos.