El papel crucial del almacenamiento energético en la transición energética

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha dado un paso significativo en el despliegue de tecnologías clave para la integración de energías renovables y la seguridad del suministro eléctrico. A través del programa INTALMAC, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) ha asignado 156,4 millones de euros a 45 proyectos innovadores de almacenamiento energético para la transición energética. Estas ayudas, financiadas con fondos NextGenEU dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), refuerzan el compromiso de España con un sistema energético renovable y descarbonizado.

Proyectos de almacenamiento: un impulso a las baterías y las soluciones térmicas

La resolución incluye 35 proyectos de almacenamiento independiente (“stand-alone”) basados en baterías electroquímicas, que aportarán 2.820 MWh de capacidad y 690,2 MW adicionales de potencia al sistema eléctrico. Por otro lado, 10 proyectos centrados en almacenamiento térmico han recibido subvenciones por un total de 6,48 millones de euros. Estas iniciativas, que utilizan tecnologías como las sales fundidas y materiales sólidos, contribuirán con 591,27 MWh de capacidad y 88,35 MW de potencia al sistema.

El almacenamiento energético desempeña un papel esencial al garantizar la flexibilidad del sistema y facilitar la integración de energías renovables intermitentes como la solar y la eólica. Este avance no solo estabiliza la red eléctrica, sino que también asegura el suministro ante picos de demanda y favorece la transición hacia un modelo sostenible.

Impacto regional y compromiso con la Transición Justa

El despliegue de estos proyectos tendrá un impacto significativo en el tejido regional. Asturias lidera la lista con 15 proyectos y 60,8 millones de euros asignados, seguida por Canarias, el País Vasco, Cataluña y Cantabria. Además, la mitad de los proyectos seleccionados se ubican en zonas de Transición Justa y Reto Demográfico, promoviendo el desarrollo económico y social en áreas especialmente afectadas por la descarbonización.

Estas inversiones no solo refuerzan las infraestructuras energéticas, sino que también generan empleo y dinamizan economías locales, contribuyendo a una transición energética inclusiva y equitativa.

Criterios de selección: sostenibilidad e innovación

Los proyectos seleccionados han sido evaluados no solo por su viabilidad técnica y económica, sino también por su impacto en la integración de renovables, la creación de empleo y su contribución a retos medioambientales y sociales. Otros factores considerados incluyen la participación de pymes, el nivel de innovación y el compromiso con la equidad de género.

Una apuesta por el futuro energético

Estas ayudas forman parte de la Componente 8 del PRTR, dedicada a “Infraestructuras eléctricas, promoción de redes inteligentes y despliegue de la flexibilidad y el almacenamiento”, así como del PERTE-ERHA (Energías Renovables, Hidrogeno Renovable y Almacenamiento). Este último movilizará una inversión superior a 16.300 millones de euros para desarrollar tecnologías limpias y nuevos modelos de negocio en el sector energético.

Con estas iniciativas, España refuerza su posición como líder en la transición hacia un sistema energético sostenible, demostrando que la innovación y la inversión estratégica son pilares fundamentales para alcanzar los objetivos climáticos y garantizar un futuro más limpio y equitativo.

 

Redacción Ambientum



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