Un nuevo estudio científico ha revelado una preocupante proyección para el futuro de las marismas de Doñana. Si no se toman medidas, el aumento del nivel del mar podría inundar completamente este enclave natural a finales de siglo, especialmente durante las mareas vivas.
Investigadores portugueses y españoles han simulado los efectos del cambio climático en Doñana y han llegado a la conclusión de que la eliminación del dique de la Montaña del Río, una infraestructura construida para proteger la marisma de inundaciones y contaminaciones, acentuaría el impacto de la subida del mar.
Durante años, se ha debatido el dique de la Montaña del Río. Por un lado, su eliminación se considera fundamental para restaurar los flujos naturales de agua y favorecer la biodiversidad. Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que esta medida podría tener consecuencias imprevistas, como la salinización de la marisma y la proliferación de especies invasoras.
El estudio ha sido publicado en ‘Journal of Marine Science and Engineering’, y ha contado con la participación de personal investigador de la Universidad de Aveiro y del Laboratorio SIG y Teledetección de la Estación Biológica de Doñana, entre otros, según ha indicado el CSIC en una nota de prensa.
Cambio climático
«Sabemos que la subida del nivel del mar tendrá consecuencias a escala global, pero es necesario tener modelos locales que permitan tomar decisiones de adaptación y mitigación al cambio climático», comenta el investigador en el Laboratorio de SIG y Teledetección de la Estación Biológica de Doñana y coordinador de la Monitorización Ambiental de la ICTS Doñana, Ricardo Díaz-Delgado.
Por su parte, la investigadora de la Universidad de Aveiro y primera autora del estudio, Inês Couto, ha señalado que este estudio muestra las percepciones obtenidas a partir de las predicciones de modelos numéricos y ofrece «valiosas perspectivas sobre las posibles respuestas del estuario del Guadalquivir y las marismas de Doñana a cambios ambientales específicos».
Dilema de gestión ambiental
Los resultados de la investigación plantean un dilema para los gestores ambientales. Por un lado, es necesario proteger Doñana de los efectos del cambio climático, pero por otro, cualquier decisión debe tomarse con cautela para evitar consecuencias negativas a largo plazo.
Los científicos advierten que la subida del nivel del mar alteraría drásticamente la hidrología de la marisma, modificando los gradientes de salinidad y la distribución de sedimentos. Esto tendría un impacto significativo en la flora y fauna de este ecosistema único.
Para hacer frente a este desafío, es necesario desarrollar modelos hidrodinámicos más precisos que permitan evaluar las diferentes opciones de gestión y tomar decisiones informadas. Además, es fundamental implementar medidas de adaptación al cambio climático que minimicen los riesgos para Doñana y otros ecosistemas costeros.
El futuro de las marismas de Doñana está en juego. La comunidad científica y las autoridades ambientales deben trabajar juntas para encontrar soluciones sostenibles que garanticen la conservación de este valioso patrimonio natural.
