La industria de la moda, tradicionalmente asociada a grandes consumos de agua y a la generación de residuos tóxicos, está buscando alternativas más sostenibles. Una de las propuestas más innovadoras presentadas en la feria Colombiatex 2025 es la creación de un cuero vegano a partir de cáscara de café.
Esta iniciativa, desarrollada por la empresa colombiana Nuvant en colaboración con Biohunters, busca darle una segunda vida a un residuo común en la industria cafetera. El proceso de elaboración es relativamente sencillo: la cáscara de café se seca, se tritura y se mezcla con otros componentes para obtener un material similar al cuero, pero con un menor impacto ambiental.
Piel de café
El nuevo material, bautizado como ‘Piel de Café’, es biodegradable, impermeable y tiene una textura suave, lo que lo hace ideal para su uso en mobiliario, tapicería automotriz y, potencialmente, en la industria de la moda. Además, este cuero vegano es más sostenible que el cuero tradicional, ya que reduce el consumo de agua y evita el uso de productos químicos nocivos. Concretamente, este cuero vegano, según sus creadores, es 64% sostenible, al contar con un 20% de poliéster reciclado, un 10% de cáscara de café y un 30% materias primas que se extraen de aceites recuperados de cocina, entre otros componentes.
La feria Colombiatex 2025 ha sido un escaparate de la creciente tendencia hacia la sostenibilidad en la industria textil. Otras empresas han presentado innovaciones como hilos y telas fabricados a partir de fibras naturales como el cáñamo, el kapok y el plátano, así como botones y herrajes hechos con materiales reciclados y biodegradables.
Impacto ambiental
Este creciente interés por la sostenibilidad en la moda se debe a varios factores, entre ellos la creciente conciencia de los consumidores sobre el impacto ambiental de la industria textil, la presión de los reguladores y la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio por parte de las empresas.
La moda sostenible no solo es una necesidad, sino también una oportunidad para impulsar la innovación y crear nuevos productos y materiales. La industria textil tiene el potencial de convertirse en un motor de cambio positivo, contribuyendo a la protección del medio ambiente y al desarrollo de economías más circulares.
De hecho, en el mismo espacio, se han presentado alternativas de empresas del sector, tales como hilos y textiles elaborados a partir de fibras extraídas del cáñamo, el plátano o la piña.
