El cambio climático y la sobreexplotación pesquera están afectando de manera significativa a los ecosistemas marinos. Con el objetivo de comprender mejor la vulnerabilidad de estas comunidades, un equipo científico del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) ha diseñado dos indicadores innovadores para evaluar la sensibilidad de las comunidades marinas ante estos factores de presión.
Un enfoque funcional para evaluar las comunidades marinas
A diferencia de estudios previos que se centran en la composición taxonómica de las especies, este trabajo analiza los atributos funcionales de las comunidades marinas. Factores como la movilidad, la forma del cuerpo, la talla y la preferencia térmica de los organismos son clave para determinar su sensibilidad ante el cambio climático y la pesca.
El análisis funcional es especialmente útil en ecosistemas con alta biodiversidad, como los presentes en las costas del Cantábrico y el Mediterráneo. La metodología desarrollada permite seleccionar especies relevantes basándose en criterios de abundancia y distribución espacio-temporal, descartando enfoques basados exclusivamente en taxonomía o importancia comercial.
Resultados clave: diferencias entre el Cantábrico y el Mediterráneo
La aplicación de estos indicadores en las comunidades demersales del norte y este de la península ibérica ha revelado patrones diferenciados en la respuesta de los ecosistemas al calentamiento global:
- En el Mediterráneo, las comunidades han disminuido la presencia relativa de especies sensibles al cambio climático, lo que indica una adaptación al aumento de temperaturas.
- En el Cantábrico, se ha observado un desplazamiento de especies de afinidad fría hacia aguas más profundas, mientras que en la zona más expuesta al calentamiento (Golfo de Vizcaya), han disminuido en abundancia.
Este fenómeno, conocido como tropicalización, implica un incremento en la presencia de especies adaptadas a temperaturas cálidas, lo que podría alterar la estructura y el equilibrio de estos ecosistemas.
Implicaciones para la conservación y la gestión pesquera
Estos nuevos indicadores permiten evaluar el estado real de vulnerabilidad de los ecosistemas marinos, facilitando la toma de decisiones en cuanto a la conservación y gestión sostenible de los recursos pesqueros. Comprender la sensibilidad de las especies clave ayuda a definir estrategias para minimizar impactos y proteger la biodiversidad marina.
Conclusión
El estudio liderado por el IEO-CSIC representa un avance significativo en el monitoreo de los efectos del cambio climático y la pesca sobre las comunidades marinas. La aplicación de estos indicadores en la planificación de estrategias de conservación y gestión pesquera podría contribuir a mitigar el deterioro de los ecosistemas marinos y promover su resiliencia frente a los desafíos ambientales del siglo XXI.
