Con la nueva denominación, la Comunidad de Madrid cumple con las exigencias de las Directivas europeas de Aves y Hábitats, transpuestas en la Ley estatal 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, garantiza la conservación de los valores naturales de esta zona y, de forma paralela, promueve la dinamización de la economía de los 19 municipios afectados.
El Plan de Gestión distingue tres zonas que pasan a catalogarse como Zona de Conservación Prioritaria (27.300 ha); de Protección y Mantenimiento de Usos Tradicionales (47.300 ha) y de Uso General (7.700 ha). Los municipios incluidos íntegramente en este Plan de Gestión son Aldea del Fresno, Cenicientos, Colmenar del Arroyo, Chapinería, Fresnedillas de la Oliva, Navalagamella, Navas del Rey, Pelayos de la Presa, Sevilla La Nueva, Valdequemada, Villamantilla, y Villanueva de Perales.
Los términos municipales que se encuentran afectados parcialmente son Cadalso de los Vidrios (81%), Quijorna (37%), Robledo de Chavela (81%), Rozas de Puerto Real (82%), San Martín de Valdeiglesias (87%), Valdemorillo (19%) y Villa del Prado (95%).
Entre Ávila y Toledo
Este Plan ordena el territorio madrileño que limita al oeste con la provincia de Ávila y al sur con la de Toledo, englobando el tramo medio del río Alberche e incluyendo seis embalses, entre los que destacan el de San Juan y Picadas, y el río Cofio en casi todo su recorrido. Las Cuencas y Encinares de ambos ríos son enclaves faunísticos de relevancia, en los que se detecta la presencia, entre otras especies, de águila imperial ibérica, cigüeña negra y el buitre negro y conviven una amplia representación de rapaces como el milano negro, el buitre leonado, el cernícalo vulgar, la lechuza y el búho real.
En cuanto a la flora, propia del clima mediterráneo, hay presencia de 23 comunidades vegetales, entre las que destacan los pinares, que ocupan el 20% de la masa forestal de la zona, e importantes extensiones de pinos piñoneros, enebrales o encinares.
Zonificación del Plan de Gestión
La zonificación establecida por el Plan reconoce una zona de Conservación Prioritaria compuesta por 27.300 hectáreas (32% del total) y caracterizada por sus excepcionales valores ecológicos, paisajísticos y científicos. Otra de las Zonas, denominada de Protección y Mantenimiento de Usos Tradicionales, cuenta con 47.300 has (57% del total), que ha albergado actividades compatibles con la conservación del medio natural, tales como la ganadería, la agricultura, el ecoturismo asociado a la educación ambiental y actividades recreativas sostenibles.
En esta área se incluyen las masas forestales, montes preservados y de utilidad pública, dehesas y zonas agropecuarias de carácter tradicional que han dado lugar a la formación de paisajes agrarios que caracterizan culturalmente este espacio.
Una tercera zona, de Uso General, está formada por 7.700 has (9% del total), que podrá acoger usos relacionados con la promoción del desarrollo sostenible y con la conservación medioambiental y de los recursos naturales. Podrá albergar actividades industriales que sean compatibles con la preservación del medio ambiente y usos adecuados para el desarrollo rural.
Impulsar el desarrollo rural
Estos crecimientos se realizarán a propuesta de los municipios (a través de avances urbanísticos) y deberán contar con los informes sectoriales favorables, el Informe de Impacto Territorial aprobado por Consejo de Gobierno, los estudios ambientales obligatorios y finalmente, serán aprobados, si procede, por el Consejo de Gobierno.
Este Plan asume la necesidad de impulsar el desarrollo rural de la zona afectada siempre que sea compatible con la preservación de los valores medio ambientales, mejora la calidad de vida de los habitantes de este ámbito y pretende profundizar en el conocimiento y respeto por parte de los ciudadanos del patrimonio natural de la región. Además, se espera impulsar el ecoturismo y favorecer la instalación de centros de interpretación y educación ambiental en la zona.