La organización internacional de conservación marina ha manifestado esta postura en sus comentarios al Estudio de Impacto Ambiental previo a la apertura de los pozos petrolíferos de Montanazo y Lubina, en cuyas prospecciones iniciales ya se originaron derrames.
Se vertieron 115 toneladas de crudo en mayo de 2009
La campaña oceanográfica realizada en la evaluación de impactos fue de tan solo dos días, a pesar de que en esta zona habitan especies de interés comercial como anchoas, sardinas, lubinas, gambas rojas, merluzas y lenguados, así como otras de interés ecológico: tortugas marinas y cetáceos (rorcual común, delfín listado y mular, calderón gris y común, etcétera). Según las fotografías captadas por satélite de la Agencia Marítima Europea, los fallos de seguridad originaron el vertido de 115 toneladas de crudo entre el 14 y 15 de mayo de 2009, además de 15 toneladas de otras sustancias contaminantes como aceite.
Oceana resalta que los vertidos se produjeron en zonas de especial sensibilidad y riqueza biológica por su cercanía a numerosos espacios protegidos, valiosas zonas de pesca y áreas de importancia turística. Entre ellos destacan tres parques naturales (Delta del Ebro, Islas Columbretes y Sierra de Irta), la Reserva Marina de Masía Blanca, varias áreas de especial importancia para las aves (IBA) y espacios propuestos a la Unión Europea para su integración en la Red Natura 2000 (Delta del Ebro/Columbretes, Cap San Creus/Litoral Meridional Tarragoní y Costes del Tarragonés).
Cambio de modelo productivo, energético y de consumo
Por ello, Oceana considera que no caben más prospecciones petrolíferas ni en las costas españolas ni en ningún otro lugar del mundo, no solo por la peligrosa dependencia en un recurso finito, sino por las graves consecuencias que los vertidos de hidrocarburos ocasionan en los ecosistemas. Actualmente son miles las plataformas petrolíferas que funcionan en condiciones dudosas en todas las regiones del mundo y prueba de ello es el gigantesco vertido producido por British Petroleum en Deep Water Horizon, una de las mayores catástrofes ecológicas de la historia.
“La actual catástrofe ambiental y económica que se está produciendo en el golfo de Méjico debería ser una vacuna contra nuevas explotaciones petrolíferas marinas. En este contexto, es particularmente incomprensible plantear la apertura de pozos en áreas de interés ecológico como las situadas frente a Tarragona y Castellón”, ha declarado Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa. “La salud de los ecosistemas marinos y la lucha contra el cambio climático requieren abandonar la dependencia del petróleo y dar una impulso definitivo a las energías renovables”.
Las alteraciones producidas por la injerencia humana en el sistema climático hacen insostenible la creación de políticas encaminadas a una dependencia aún mayor de energías altamente contaminantes como son los combustibles fósiles. Por ello, Oceana aboga por un cambio de modelo productivo, energético y de consumo que nos encamine hacia la definitiva descarbonización de nuestra economía.