El Ministerio de Sanidad y Consumo comunicará hoy qué marcas de aceite de girasol están contaminadas con partidas minerales procedentes de Ucrania, tras levantar ayer la recomendación de evitar su consumo. "Todo el aceite de girasol que este lunes estará a la venta en los establecimientos de distribución no procede de Ucrania", reiteró en un comunicado el Ministerio tres días después de lanzar la alerta sanitaria.
El ministro Bernat Soria ofrecerá también hoy una rueda de prensa sobre "el proceso que ha puesto fin a la alerta alimentaria emitida el viernes" y comparecerá este semana en el Congreso a petición propia para explicar cómo ha gestionado su departamento la alerta por la comercialización de este aceite, han anunciado fuentes de este departamento.
"Las autoridades sanitarias y los responsables del sector han concluido satisfactoriamente durante el fin de semana el proceso de recogida de todo el aceite de girasol del mercado y la reposición con producto libre de sospecha. A partir de este momento, queda sin efecto la recomendación a la población de evitar el consumo de aceite de girasol", añade la nota.
Desde el lanzamiento de la alerta el viernes, al descubrirse que Ucrania había exportado partidas de la grasa vegetal mezclada con aceites minerales, los consumidores han tachado el comportamiento de Sanidad de "contradictorio, desorganizado y oscurantista en cuanto a datos". También el Partido Popular ha tildado las acciones del departamento de Soria de políticas de desconcierto . "No se puede generar alarma un día y al siguiente pedir la calma", dijo ayer Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz de los populares en el Congreso.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria fue la que desaconsejó a los ciudadanos el consumo tras haberse detectado contaminación por hidrocarburos en partidas llegadas de Ucrania. Al contrario que la Comisión Europea (CE), que confirmó la existencia del aceite en Francia, Italia, Holanda, Reino Unido y España, explicó que, según los análisis efectuados, el riesgo ante su consumo se situaba en el nivel más bajo de la escala europea, pues no pone en peligro la salud humana.
La compañía francesa Saipol fue la que importó por el sureño puerto francés de Sète una partida de 2.600 toneladas de aceite de girasol contaminado procedente, de las que envió a España 125, según fuentes oficiales francesas.