El documento presenta tres opciones para la reforma, y tras debatir estas ideas, la Comisión presentará propuestas legislativas a mediados de 2011.
Dacian Cioloş, Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la UE, ha subrayado la importancia de lograr que la PAC sea “más respetuosa con el medio ambiente, más equitativa, más eficiente y más eficaz”. “La PAC no es únicamente para los agricultores, sino para todos los ciudadanos de la UE, como consumidores y contribuyentes. Por ello, es importante que diseñemos nuestra política de forma más comprensible para la opinión pública, explicando claramente los beneficios que los agricultores proporcionan al conjunto de la sociedad. La agricultura europea no sólo debe ser competitiva desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista medioambiental”.
Futuros instrumentos
La Comisión ha organizado este año un debate público y una importante conferencia sobre el futuro de la PAC. La producción de alimentos viable, la gestión sostenible de los recursos naturales y la acción climática, y el mantenimiento del equilibrio territorial y la diversidad de las zonas rurales, son los objetivos más importantes que se ha marcado la Unión Europea.
La Comunicación publicada considera los futuros instrumentos que podrían ser adecuados para alcanzar mejor estos objetivos. En cuanto a los pagos directos, Europa subraya la importancia de proceder a la distribución y redefinición de las ayudas y a una mejor selección de sus destinatarios, sobre la base de criterios objetivos y equitativos de fácil comprensión para el contribuyente. Estos criterios deberán ser tanto económicos, como medioambientales, y las ayudas deberán orientarse más hacia los agricultores activos.
Deberá organizarse una organización de los fondos más equitativa, que sea viable desde el punto de vista económico y político, contemplando un periodo suficiente de transición con objeto de evitar graves perturbaciones.
Una opción podría consistir en proporcionar un pago básico de apoyo a la renta (que podría adoptar la forma de un pago uniforme por región —y no de un pago a tanto alzado para toda la UE— sobre la base de nuevos criterios y con un límite máximo), al que podría añadirse: a) un pago obligatorio de carácter medioambiental para la financiación de acciones adicionales (anuales) que vayan más allá de las normas básicas de condicionalidad (en relación con la cubierta vegetal, la rotación de cultivos, los pastos permanentes o la retirada de tierras por motivos medio ambientales), b) un pago a los agricultores de zonas con condicionantes naturales específicos (definido a nivel de la UE y complementario de los importes pagados en el marco de medidas de desarrollo rural), y c) un pago "asociado" opcional con un límite máximo para formas de agricultura particularmente vulnerables (similar a la opción actual, introducida [conforme al artículo 68] en la revisión de la PAC). Un régimen de ayudas simple y específico fomentaría la competitividad de las pequeñas explotaciones agrícolas, disminuiría los trámites administrativos y contribuiría a la vitalidad de las zonas rurales.
Medidas de mercado
En lo que se refiere a las medidas de mercado, tales como la intervención pública y la ayuda al almacenamiento privado, podría haber cierto margen para medidas de racionalización y simplificación, y posiblemente para la introducción de nuevos elementos destinados a mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria.
Aunque estos mecanismos constituyeron los instrumentos tradicionales de la PAC, las sucesivas reformas han potenciado la orientación al mercado de la agricultura de la UE, reduciéndolos a una mera red seguridad, hasta el punto de que las existencias públicas se han eliminado prácticamente. Mientras que todavía en 1991 las medidas de mercado representaban el 92% de los gastos de la PAC, sólo el 7% del presupuesto de la PAC se gastó en estas medidas en 2009.
Si bien la política de desarrollo rural ha permitido el fomento de la sostenibilidad económica, medioambiental y social del sector agrícola y de las zonas rurales, se ha pedido con insistencia que consideraciones medioambientales y consideraciones relativas al cambio climático y a la innovación se integren plenamente en todos los programas de forma horizontal. Se subraya la importancia de las ventas directas y de los mercados locales, así como de las necesidades específicas de los jóvenes agricultores y los nuevos agricultores. El enfoque LEADER se integrará ulteriormente. Con objeto de aumentar la eficacia, se propone el paso hacia un enfoque más basado en los resultados, eventualmente con objetivos cuantificados.
Un nuevo elemento de la futura política de desarrollo rural sería un conjunto de instrumentos de gestión de riesgos que contribuya a abordar mejor la incertidumbre del mercado y la inestabilidad de las rentas. Los Estados miembros deberían poder disponer de opciones para abordar los riesgos en materia de producción y rentas, que podrían ir de un nuevo instrumento de estabilización de rentas compatible con la OMC hasta un mayor apoyo a los instrumentos de seguro y a los fondos de inversión. Por lo que respecta a los pagos directos, debería procederse a una nueva asignación de fondos sobre la base de criterios objetivos, limitando al mismo tiempo una alteración significativa del sistema actual.
La Comunicación presenta tres opciones para la orientación futura de la PAC, a fin de abordar estos importantes retos como la corrección de las deficiencias más acuciantes de la PAC mediante cambios graduales; lograr que la PAC sea más respetuosa con el medio ambiente, más equitativa, más eficiente y más eficaz; y abandonar las medidas de apoyo a la rentas y las medidas de mercado y centrarse en los objetivos en materia de medio ambiente y cambio climático.
El Comisario Cioloş ha insistido en que “el sistema actual proporciona diferentes normas para la UE-15 y la UE-12, que no pueden mantenerse más allá de 2013”. Asimismo, las asignaciones para el desarrollo rural requieren criterios objetivos.