El director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental, Manuel Guerrero, indicó que el Gobierno regional, los sectores económicos y los agentes sociales «compartimos la necesidad de reducir el consumo de bolsas de un solo uso, pues aunque son parte de la vida cotidiana, producen un gran daño ambiental desde su fabricación hasta su desecho».
«Mi bolsa para el futuro»
Así lo manifestó en la Puebla de Almoradiel (Toledo), durante la presentación de los resultados del proyecto de educación ambiental «Mi bolsa para el futuro», desarrollado por la Unión de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de Castilla-La Mancha (UNCCUE C-LM) y financiado por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente. Un acto en el que ha estado acompañado por el director del Instituto de Consumo, Jesús Montalvo, y el alcalde del municipio, Vicente Nieto.
Este proyecto, como indicó Manuel Guerrero, se ha desarrollado durante 2010, mediante diversas jornadas de sensibilización social sobre el uso de bolsas ecológicas, dirigidas a distintas cooperativas de consumidores de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
En dichas jornadas se ha hecho especial hincapié en la necesidad de limitar el uso de bolsas de plástico, como forma de contribuir a la reducción de residuos urbanos, al uso eficiente de los recursos naturales, y a la disminución de las emisiones de CO2 a la atmósfera. «Hace falta concienciar a los consumidores sobre el uso racional de las bolsas y sobre la necesidad de garantizar su reciclado a través de los sistemas de recogida y tratamiento», aseguró Guerrero.
Para Manuel Guerrero «este tipo de experiencias son especialmente valiosas por tratarse de iniciativas que surgen del propio colectivo de consumidores y usuarios y son una muestra del compromiso asumido por asociaciones como UNCCUE C-LM, en la lucha contra el cambio climático y en la búsqueda de modelos de consumo más racionales y sostenibles».
Gran impacto ambiental
Esta actuación, que se enmarca dentro del II Plan de Residuos Urbanos de Castilla-La Mancha, pretende reducir la generación de residuos mediante un consumo más responsable, un mejor reciclaje y reutilización de las materias primas.
Una bolsa de plástico tiene una vida útil media de 12 minutos y en su producción y distribución consume petróleo, agua y energía y emite unos 4 gramos de CO2, generando un total del 0,1% de la emisión nacional de CO2. Con el uso de bolsas reutilizables, cada persona puede mejorar el medioambiente ahorrando más de 18.000 bolsas de un solo uso.
España es el tercer país europeo en consumo de bolsas de plástico de un solo uso, produciendo cada año unos 13.500 millones de bolsas de plástico, lo que equivale a la generación de 98.000 toneladas de residuos anuales, el 9% de los residuos sólidos que se generan en todo el país. Así, cada español consume una media de 300 bolsas de plástico al año.
Este hecho supone un gran impacto medioambiental, ya que el uso de estas bolsas genera alrededor de 100.000 toneladas de basura y una emisión de 441.000 toneladas de CO2. Además estas bolsas tardan unos 400 años en descomponerse y tan sólo el 10% de ellas acaba en los contenedores amarillos para su reciclaje. La gran mayoría acaba en los vertederos y en las costas.