El listado, que puede consultarse en internet, incluye su biología, la historia de su estudio, su hábitat, su abundancia y su morfología, entre otros datos.
Los musgos desempeñan importantes funciones ecológicas, como crear suelo al colonizar superficies rocosas desnudas, formar el mantillo humífero de los bosques, retener grandes volúmenes de agua y cobijar a multitud de pequeños seres esenciales para la biología del suelo.
“El papel que juega el musgo hace que su recolección, sobre todo en épocas navideñas, suponga un daño ecológico y un empobrecimiento de la diversidad biológica de un lugar”, explica la brióloga del CSIC Marta Infante, responsable de la elaboración del catálogo.
“En la mayoría de las especies, el crecimiento es bastante lento y pueden pasar más de 15 años para que una piedra vuelva a tener el recubrimiento muscinal que se le quitó”, comenta Patxi Heras, briólogo del mismo instituto aragonés del CSIC. “Se debe tener cuidado cuando se adquiere musgo natural para los belenes en los comercios y ferias navideñas, y comprobar que no se ha recogido de forma abusiva, casi industrial”, añade.
Para proteger este tipo de briofito, término que engloba también a los líquenes, hepáticas, algas y pteridófitos, los investigadores recomiendan, en caso de querer adornar los belenes con musgo natural, recogerlo directamente del campo, tomando pequeñas cantidades de varios sitios, para evitar llevarse tapices y dejar el suelo desnudo.
“Es muy importante no tirarlo a la basura tras las navidades, sino reutilizarlo. Si lo secamos bien, lo guardamos en una bolsa de plástico y lo protegemos del polvo y la luz, podemos usarlo cada Navidad a lo largo de décadas”, concluye Heras.
La edición digital del catálogo de los briofitos de Aragón se ha llevado a cabo en el Herbario JACA y ha contado con el patrocinio del Departamento de Medioambiente del Gobierno de Aragón.