Ante la denuncia de las ONG ambientales, a partir de mañana tiene lugar la visita a Doñana de representantes de la UNESCO, UICN y Ramsar: una comisión de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), de UNESCO y del Convenio Internacional Ramsar para la protección de los Humedales se reúne con el equipo directivo del Espacio Natural de Doñana, la Dirección General de Espacios Naturales y Participación Ciudadana, el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, agentes locales y diversas organizaciones ambientales y agrarias.
Tras realizar una inspección sobre el terreno de la zona de Doñana, los expertos analizarán durante 3 días la gestión del espacio protegido y del entorno, así como las amenazas y las tendencias de futuro para determinar si el estado de conservación de Doñana cumple los requisitos que le hicieron merecedora de varios títulos internacionales.
Doñana fue nombrada en 1981 Reserva de la Biosfera por la UNESCO y, más tarde, en 1994, Patrimonio de la Humanidad. El espacio natural también ha sido declarado Humedal de Importancia Internacional dentro del Convenio Ramsar en 1982.
Doñana sitiada
Tres grandes amenazas cercan a Doñana. Desde el Este, el dragado del Guadalquivir, desde el Noroeste, la caótica situación de cultivos ilegales de fresa que aíslan el parque nacional y compiten con el humedal por el agua del acuífero. Por el Sur, en la costa, la reciente ampliación de la refinería de la Rábida y el posible oleoducto Balboa a Extremadura implican incrementar hasta 200 los barcos petroleros que llegarían anualmente a la costa de Doñana, multiplicando por cuatro el riesgo de una marea negra.
Las tres amenazas se encuentran actualmente en un punto clave en la toma de decisiones por parte del MARM y la Junta de Andalucía. La influencia internacional será decisiva para el futuro de Doñana.