Valladolid cuenta actualmente con 51 contenedores para una población próxima a los 100.000 habitantes distribuidos en los barrios de Parquesol, Arturo Eyries, Huerta del Rey, Covaresa, Parque Alameda/Paula López, La Rubia, Rondilla y El Berrocal. Las primeras unidades (25) se instalaron en diciembre de 2009, dentro de la primera fase, y posteriormente en los meses de mayo y junio de 2010, se desarrolló una segunda fase con la ubicación de 26 contenedores.

El objetivo es ampliar este sistema de reciclaje instalando 87 contenedores más en diferentes puntos de la ciudad según los estudios previos de ubicación y diseño de recogida que otorguen la máxima eficacia y garantías al sistema, para que la totalidad de la población de la capital pueda disponer de este servicio.

La buena acogida de la ciudadanía ha sido determinante a la hora de generalizar la recogida a toda la población, lo que supone otro paso más en las políticas medioambientales del Ayuntamiento. De hecho, durante 2010, los contenedores instalados en las calles recogieron un volumen de aceite doméstico usado del que ha sido posible extraer 36.000 kilos para su transformación en biodiésel.

Según las previsiones, en este mes de febrero comenzará la instalación de los contenedores en Delicias, Arco de Ladrillo, Canterac, Cuatro de Marzo, Carretera de Rueda, La Farola, Plaza de Toros y Pajarillos. Ya en el mes de marzo, la colocación de los contenedores llegará al resto de la ciudad, empezando por la zona del Campo Grande y Plaza Circular, y concluyendo por Vadillos.

La Consejería de Medio Ambiente ha promovido este tipo de campañas en colaboración con el Ente Regional de la Energía y 22 entidades locales con una inversión de 180.000 euros. Gracias a las actuaciones realizadas en los municipios de más de 20.000 habitantes, hasta ahora se han recogido más de 150.000 kg de aceite usado, se han instalado 202 contenedores, se han editado 75.000 dípticos informativos, se han distribuido más de 30.000 embudos para facilitar la recogida del residuo y se han organizado actividades lúdicas y educativas en las que han participado de forma directa cerca de 14.000 personas.

El sistema de recogida cumple dos grandes objetivos: promover la complicidad y facilitar al ciudadano su implicación en la iniciativa. El aceite doméstico se vierte en envases de plástico los cuales se depositan enteros en los contenedores previstos en la localidad.

Dar valor a un residuo

No se trata únicamente de eliminar un residuo, sino de valorizarle transformándole en biodiésel. Además de sus ventajas ambientales, el reciclaje incide en el potencial de generación de empleo que tiene la correcta gestión de los residuos: En este caso se estima que por cada 1.000 toneladas recogidas, se consolidan 9 puestos de trabajo, es decir, una expectativa de empleo directo superior a los 100 puestos de trabajo en el conjunto de la Comunidad.

El objetivo es la implantación del sistema de recogida selectiva de aceite usado vegetal de origen domiciliario mediante contenedores específicos, el mantenimiento del sistema de recogida y la contratación de un gestor autorizado para la recogida y valorización del aceite usado vegetal asegurando su conversión en biodiésel.

Esta iniciativa responde al cumplimiento del Plan de Residuos Urbanos y de Envases de Castilla y León que establece un modelo de gestión basado en la recogida en origen, mediante el sistema de doble bolsa (envases y resto o materia orgánica y resto), así como contenedores de calle específicos para la recogida de papel, vidrio o envases, recogida selectiva de medicamentos en oficinas de farmacia y, por último, mediante la segregación de residuos domiciliarios especiales y su recogida en puntos limpios o elementos específicos.

Contenedores estancos y resistentes

El modelo de recogida de aceite usado de origen domiciliario que se ha implantado ya en Valladolid, y que se prevé ampliar gracias a la firma de este acuerdo de colaboración, está basado en un sistema consistente en contenedores, bien de calle o en recintos cerrados pero de acceso público (centros comerciales, centros de enseñanza, oficinas municipales, etc.), en los que el usuario deposite el aceite que previamente ha embotellado en su hogar, reutilizando las botellas de plástico vacías. En todo caso los contenedores reúnen las características de resistencia, solidez y estanqueidad adecuadas para cada una de las ubicaciones proyectadas, en especial, aquellos que se coloquen en calle.

El sistema asegura la gestión de todos los componentes, tanto el aceite usado, como las botellas de plástico que lo contienen, y se garantiza el ratio mínimo de un contenedor por cada 2.500 habitantes.

El aceite vegetal usado es un residuo catalogado con el Código Europeo de Residuo (CER) 200125 y verter dicho residuo al fregadero o al inodoro es una práctica antiecológica. Un litro de aceite usado puede contaminar hasta 1.000 litros de agua. Los aceites llegan a los ríos y forman una película superficial que impide el normal intercambio de oxígeno, de manera que altera el ecosistema.



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