La sobrepesca de la caballa ha llegado a un nivel tan grave que la Unión Europea ha decidido actuar contra España, a pesar de las múltiples advertencias realizadas en los últimos años que alertaban sobre la insostenibilidad de este hecho. La pasividad y falta de control del Gobierno y las comunidades autónomas han motivado la aprobación de un reglamento por el que sanciona a España por la sobrepesca de esta especie practicada el año pasado en aguas de la Península Ibérica.
Una auditoría encargada por la Comisión Europea ha corroborado que durante 2010 la flota española capturó 19.621 toneladas más de las asignadas, lo que supone unas capturas totales un 79% superiores a las acordadas. El incumplimiento de las normas de la política pesquera por parte la flota española y la falta de control por parte del Estado va a obligar a restituir las cantidades de caballa objeto de sobrepesca a lo largo de un periodo de 5 años, con la posibilidad de otras futuras deducciones en las cuotas correspondientes.
La organización ecologista Oceana viene denunciando que sistemáticamente se realizan capturas por encima de los acuerdos, y lo que es peor, por encima de las recomendaciones científicas, en un acto de clara irresponsabilidad por parte del sector y la administración. Máxime cuando los stocks se encuentran en situación de sobreexplotación. En el caso de la caballa, sus registros de mortalidad por pesca se hallan por encima de los límites de precaución durante los últimos 19 años.
El incumplimiento de los acuerdos pesqueros no sólo pone en serio peligro la conservación de los stocks pesqueros, sino que como en este caso puede implicar graves consecuencias socioeconómicas para el sector y las industrias transformadoras asociadas.