Según el estudio, que ha presentado el secretario confederal de Medio Ambiente de CCOO, Llorenç Serrano, para conseguir estos objetivos de empleo sería necesario un plan de estímulo a la rehabilitación que superase las barreras que hoy existen. Por ejemplo, normativa insuficiente, falta de estímulos fiscales o lentitud a la hora de adaptar la legislación europea.
La rehabilitación permitiría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y un importante ahorro energético. Se calcula que el plan, de una duración de treinta años, podría permitir el ahorro de alrededor de 600 millones de barriles de petróleo de energía final y 300 millones de toneladas de CO2 equivalente. Un potencial enorme que permitiría disminuir de forma proporcional la dependencia energética de España y los costes vinculados con los compromisos adquiridos a nivel europeo e internacional de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Con más de 25 millones de viviendas, de las cuales un tercio son viviendas secundarias o vacías y un ritmo de construcción que ha sido desmesurado, España tiene un parque sobredimensionado, relativamente joven y poco eficiente desde el punto de vista energético. Según el estudio, sería posible rehabilitar 565.000 viviendas al año, de modo que en 2040 se habrían rehabilitado el 58% del parque existente actual.
Para la puesta en marcha de estas medidas sería necesaria una inversión de 12.500 millones de euros anuales a partir de 2020, una apuesta que vale la pena puesto que los países que primen hoy la eficiencia energética serán quienes lideraren tecnológicamente en el futuro.
Según CCOO, habría que desarrollar normativa específica que defina la certificación energética para los edificios existentes, un sistema de inspección técnica energética de edificios, otro de financiación, así como objetivos de rehabilitación obligatorios acompañados de programas ambiciosos de ayudas para que los desarrollen los Ayuntamientos a través de planes de rehabilitación municipal por barrios o distritos. Es necesario también la adopción de medidas fiscales y de apoyo a las energías renovables enfocadas a las instalaciones térmicas de los edificios (biomasa, solar térmica, geotérmica…).