El equipo de científicos de la Universidad de Columbia Británica (UBC) estudió ocho poblaciones de salmón rojo adulto del río Fraser. Los resultados demuestran que las poblaciones con las migraciones más difíciles son más atléticas, y muestran una habilidad natatoria superior y adaptaciones cardíacas especializadas.

"Este es el primer estudio a gran escala de peces silvestres en el que se intenta mostrar el modo en que las diferentes poblaciones de la misma especie se han adaptado a condiciones específicas de migración. Lo que nos preocupa es que, a medida que el cambio climático altera las condiciones de la cuenca del río Fraser, algunas poblaciones no serán capaces de adaptarse con la suficiente rapidez para sobrevivir", explica Erika Eliason, autora principal del estudio e investigadora en el departamento de Zoología de la UBC.

El estudio, que se publica en la revista Science, es "importante" para los esfuerzos de conservación del salmón rojo del río Fraser y puede informar sobre los esfuerzos para conservar la biodiversidad de peces en las cuencas de todo el mundo.

La temperatura del río, un factor clave

El salmón rojo ha estado en declive desde principios de la década de los 90. A esto han contribuido las enormes mortandades migratorias: entre el 40 y el 95% de algunas poblaciones de salmón ha muerto en su ruta de desove.

El río Fraser se ha calentado cerca de 2°C desde la década de los 50, y los últimos 20 años han sido algunos de los más calurosos de los que se tiene constancia. Las altas temperaturas del río se han vinculado a la alta mortandad.

Según los investigadores algunas poblaciones de salmón rojo son más susceptibles al calentamiento de las temperaturas de río que otras. El salmón rojo Chilko, que toma su nombre del lago y del río cerca de donde desova, pueden ser más resistentes a las temperaturas más cálidas, mientras que otras poblaciones, como el salmón rojo Weaver, que recibe su nombre del arroyo en el cual desova, parece ser "especialmente susceptible".

"Los Chilko, a los que denomino "superpeces", podían nadar en una gama de temperaturas más alta y más amplia en comparación con las otras poblaciones estudiadas. Creemos que tiene que ver con el modo en que se han adaptado para hacer frente a la difícil migración", apunta Eliason.

La población Chilko viaja más de 650 kilómetros río arriba, con un aumento de elevación de un kilómetro, pasa por la Hell´s Gate (una zona donde el río Fraser se sumerge en un pasaje de tan sólo 35 metros de ancho) y viaja con las más altas temperaturas del verano para llegar a un lago glacial, donde desovan.

Para medir la capacidad natatoria de las poblaciones de salmón, Eliason y sus colegas observaron las tasas metabólica y cardíaca en salmones adultos de cada una de las ocho poblaciones. En el experimento también comprobaron que la temperatura óptima del agua para los peces coincide con las temperaturas históricas del río que encuentra cada población en sus rutas de migración.

En la temperatura del agua por encima de su temperatura óptima, la capacidad natatoria del salmón disminuyó. "Nuestra propuesta es que esto se debe a un colapso del sistema cardiovascular", argumenta la investigadora.

"En la actualidad, las temperaturas más altas del río Fraser durante los meses de verano superan la temperatura óptima para cada población examinada, y las temperaturas están cerca de ser letales para algunas poblaciones", zanja la experta.

El río Fraser, con sus más de 2.000 kilómetros, discurre por la provincia de la Columbia Británica en Canadá, y es conocido por las grandes remontadas de sus salmones, en las cuales millones de salmones rojos suelen volver para desovar cada año. Hay más de un centenar de poblaciones distintas de salmón rojo en su cuenca. Para desovar, cada población completa una ruta de migración única que varía en función de la distancia, el aumento de la elevación, la temperatura del río y el caudal del mismo.



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