El buque Hespérides parte mañana viernes, 8 de abril, de Sidney para dar inicio a la siguiente etapa de la expedición liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Durante su navegación a lo largo del Pacífico, tomarán muestras de aire, agua y plancton buscando posibles huellas del vertido radiactivo.
La expedición, liderada por el investigador del CSIC Carlos Duarte y en la que participan más de 400 científicos de todo el mundo, ha sido presentada hoy jueves, 7 de abril, en una rueda de prensa en Sidney en la que han intervenido el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, el comandante del buque Hespérides, Juan Antonio Aguilar y la científica del CSIC y jefa de la campaña en Australia, Susana Agustí.
Los investigadores llegaron a la ciudad australiana el pasado miércoles, 30 de marzo.
La travesía que se inicia mañana les llevará hasta Auckland (Nueva Zelanda). Será la primera vez que el Hespérides, de la Armada Española, se adentre en el océano sur para estudiar sus propiedades y composición.
El buque partió el 15 de diciembre de 2010 de la ciudad española de Cádiz y posteriormente realizó paradas en Río de Janeiro (Brasil) y Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
El pasado 13 de marzo, el buque culminó en Perth la primera campaña oceanográfica española en el Índico. Tras Sidney y Auckland se detendrá en Honolulu (Hawai), Panamá y Cartagena de Indias (Colombia). La circunnavegación finalizará en Cartagena (España) a mediados de julio de 2011.
Situación en Fukushima
Según la NHK, la Compañía de Electricidad de Tokio (TEPCO), continúa inyectando nitrógeno en el contenedor del reactor número 1 sin haber encontrado ningún problema hasta el momento. La finalidad de la inyección de este gas es evitar una explosión de hidrógeno en el núcleo del reactor.
Las barras de combustible dentro del reactor están cubiertas de agua solamente hasta la mitad. Debido a este bajo nivel de refrigeración la temperatura de las barras se ha elevado ocasionando una acumulación de oxígeno e hidrógeno, dos gases cuya mezcla es explosiva. La inyección de nitrógeno, un elemento químicamente estable, tiene por objetivo evitar el peligro de explosión.
TEPCO ha informado de que, a las 6 de la mañana del jueves, la presión dentro del núcleo del reactor número 1 había aumentado muy poco, lo que indica que la medida está teniendo efecto. La inyección de gas empezó a la 1:30 de la madrugada del jueves.
La compañía planea continuar inyectando nitrógeno durante unos 6 días y también está estudiando hacer lo mismo en los reactores 2 y 3.
La acumulación de agua altamente contaminada en el túnel subterráneo conectado al reactor número 2, se elevó 5 centímetros durante el intervalo de 24 horas transcurridas hasta las 7 de la mañana del jueves. TEPCO manifestó que la subida está probablemente relacionada con el cese de la filtración de agua altamente radioactiva de una fosa de cemento del reactor número 2. El cese de la filtración se logró gracias a la inyección, efectuada el miércoles, de un químico endurecedor.
La compañía eléctrica dice que queda todavía un metro de espacio hasta el nivel del suelo, pero que vigilará muy de cerca la situación ya que un desbordamiento complicaría seriamente el ya difícil trabajo de restauración del sistema de refrigeración.
TEPCO continúa también desalojando de la planta 8.000 toneladas de agua residual de baja radioactividad, a fin de hacer lugar para almacenar agua con mayor contaminación. Alrededor de 6.000 toneladas de agua han sido ya desalojadas.