En 2010 produjo 615 GWh, energía suficiente para satisfacer las necesidades de más de 150.000 hogares y evitar la emisión de más medio millón de toneladas de CO2, si esa misma electricidad se hubiera generado con carbón.
Con 10 fábricas de equipamiento fotovoltaico (obleas, células de silicio cristalino, módulos solares y seguidores), Castilla y León es la Comunidad Autónoma española con más industrias directamente implicadas en el sector fotovoltaico. Además, cubren la casi totalidad de la cadena de valor de la tecnología cristalina tradicional –sólo falta la producción de silicio en grado solar – y cuenta con dos fabricantes de tecnología de módulos de capa delgada, el Grupo Unisolar, en Salamanca, y Yohkon Energía, en Valladolid.
En el ámbito de las instalaciones de producción de electricidad, según los datos de la Comisión Nacional de Energía, la Comunidad ocupa la cuarta plaza del ranking español. No obstante, en 2010 instaló 56,71 MW, alzándose hasta la segunda posición, sólo por detrás de Extremadura, región con mayor irradiación. Valladolid es la provincia con más potencia instalada.
Durante 2010, Castilla y León produjo un total de 615 GWh, energía fotovoltaica suficiente como para cubrir el 4,29% de la demanda eléctrica de la Comunidad o para satisfacer las necesidades de más de 150.000 hogares. Además, se evitó la emisión de 575.000 toneladas de CO2, cantidad que se hubiera emitido al generar esa misma electricidad con carbón.
La fotovoltaica es una fuente de energía limpia, autóctona, segura y renovable. Con un sistema de generación muy sencillo –basta con exponer un panel a la luz solar para obtener electricidad –, lleva décadas demostrando su fiabilidad y su capacidad para ser una parte fundamental del mix eléctrico.
Gracias a un vertiginoso descenso en costes –en España las tarifas han descendido un 70% en los últimos cuatro años – se prevé alcanzar a corto plazo la paridad de red y la rentabilidad directa en numerosas aplicaciones, incluido el autoconsumo fotovoltaico.
A estas y otras innegables ventajas de la fotovoltaica –ya produce un 30% más horas que la hidráulica o que el fuelóleo – se une la obligación de alcanzar el objetivo europeo de cubrir un 20% de consumo energético con energías renovables en 2020, lo que augura un importante crecimiento de la tecnología, cuya presencia en España se duplicará sólo en la presente década.
Tras un convulso período inicial de despegue, el afianzamiento definitivo de la energía fotovoltaica en España viene marcado por la reorientación del mercado solar hacia la edificación y el desarrollo de la generación distribuida.
