Este tipo de vehículo es una realidad desde hace ya un tiempo, pero aún falta mucho para su plena integración en la sociedad. Para ello la Comisión Europea ha puesto en marcha GREEN EMOTION.
Se trata de una iniciativa para promover la movilidad eléctrica en toda Europa financiada parcialmente con 24 millones de euros por la Comisión Europea. Como parte de esta investigación paneuropea, un equipo de científicos españoles analizará y guiará las actuaciones de los operadores de red, comercializadores de electricidad, fabricantes de automóviles y empresas de telecomunicaciones a lo largo de este proceso.
Tecnalia Research & Innovation analizará a fondo los diferentes modelos de negocio vigentes en la actualidad y su probable evolución en el futuro para aconsejar a las empresas europeas sobre las ventajas y desventajas de cada uno de ellos, así como el más apropiado para cada empresa en función de sus características.
Por ejemplo, asesorará a las compañías eléctricas (una parte esencial de la cadena de suministro de electricidad) sobre qué tipos de tarifas pueden aplicar o a los fabricantes de coches sobre qué dispositivos son necesarios en el vehículo sin encarecer su coste.
Contribuirá también a identificar nuevos servicios que los vehículos eléctricos puedan ofrecer a estas empresas, y a evaluar el impacto que el despliegue masivo de estos vehículos podría tener en la red eléctrica, sus consecuencias y cómo reaccionar ante esta situación.
La iniciativa GREEN EMOTION cuenta con la participación de 42 socios, entre los que se encuentran empresas industriales, fabricantes de automóviles, universidades e institutos de tecnología e investigación.
El objetivo es coordinar diversos proyectos de demostración para favorecer la entrada progresiva del vehículo eléctrico, entre los que cabe destacar la implantación de más de 10.000 puntos de recarga en toda Europa. Así, casi 1.000 se ubicarán en Barcelona, Madrid y Málaga, aproximadamente 3.600 en Berlín (Alemania), unos 400 en Roma y Pisa (Italia) y cerca de 100 en Estrasburgo (Francia).
Por otro lado, en Dinamarca y Suecia se pondrán en circulación a lo largo de este año entre 2.500 y 3.500 coches eléctricos y se construirán hasta 4.500 estaciones de recarga en las ciudades de Copenhague y Bornholm (Dinamarca) y Malmö (Suecia).
En Irlanda se sumarán unos 2.000 vehículos eléctricos y aproximadamente 3.500 estaciones de carga. Gerry Wardell, director de Codema y representante del Ayuntamiento de Cork, manifestó su esperanza de que esta iniciativa contribuya en cierta medida a reducir el actual volumen de emisiones de la ciudad de Dublín, que asciende a 5 millones de toneladas anuales de CO2.
Ahorro estimado
“Adoptando métodos de transporte más sostenibles, como los vehículos eléctricos, podríamos ahorrar hasta 140 kilotoneladas de CO2 cada año y obtener un ahorro neto anual en costes de hasta 27 millones de euros. Por consiguiente es necesario que evolucionemos hacia opciones de transporte más limpias y ecológicas para crear la ciudad inteligente desde el punto de vista energético que ambicionamos”.
Según declaraciones de Siim Kallas, Comisario de Transporte de la UE, el pasado enero con motivo de la inauguración de este proyecto de cuatro años de duración: “La movilidad eléctrica supondrá una importante contribución para reducir las emisiones de dióxido de carbono. El objetivo de GREEN EMOTION es garantizar una exitosa y rápida difusión de los vehículos eléctricos”.
El proyecto dará a todos sus participantes la oportunidad de adquirir experiencia en movilidad eléctrica tanto en las zonas donde ya se están desarrollando proyectos demostrativos como en las nuevas elegidas dentro de Europa, lo que ayudará a perfeccionar la tecnología existente. La cuestión esencial es el desarrollo a nivel europeo de procesos, estándares y soluciones de las tecnologías de la información que permitan a los consumidores de vehículos eléctricos tener un acceso fácil a la infraestructura de recarga y a sus servicios asociados en toda la Unión Europea. Por ello, el tema de la estandarización es también otro de los elementos clave para que se pueda asistir a un desarrollo rápido y rentable de la movilidad eléctrica.
“Los conceptos locales aplicados hasta la fecha han permitido acumular experiencia en regiones de demostración concretas, que ahora se pondrá en común en ensayos paneuropeos. El objetivo de GREEN EMOTION es allanar el camino para la electromovilidad en toda Europa, para lo que es necesario crear estándares para las infraestructuras, analizar el comportamiento de las redes y trabajar en el campo de las TIC”, declaró Heike Barlag, de la compañía Siemens, uno de los socios industriales del consorcio responsable del proyecto. “Con el proyecto, al incluir las actividades de cada socio en una gran iniciativa europea, se está dando impulso y transparencia, a la vez que se garantiza el desarrollo coordinado de la movilidad eléctrica”.