Ecologistas en Acción aseguró ayer que la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha autorizado a una fábrica de arcilla situada en Villalbilla a continuar su actividad durante cinco años, "a pesar de tener conocimiento de que la actividad de la empresa incumple la normativa europea sobre incineración de residuos y de que se están emitiendo altos niveles de sustancias tóxicas cancerígenas".
La organización ecologista calificó la resolución como "inaudita" y aseguró que la fábrica, propiedad del grupo francés Saint-Gobain incinera combustibles residuales como aceites minerales, aceites hidráulicos, aceites sintéticos, emulsiones cloradas y no cloradas, fenoles, disolventes halogenados y orgánicos, compuestos organoclorados y aromáticos, aminas e hidrocarburos "que contienen o, generan, durante la incineración, sustancias tóxicas que producen trastornos respiratorios, neurotoxicidad y diversos tipos de cáncer".
"La actividad que se viene realizando incumple la normativa europea y nacional sobre incineración de residuos. La fabrica está situada en las proximidades de zonas urbanas, reflejando problemas serios de ubicación y diseño. La depuración no es eficiente sobre todo en el ciclón del molino y en el horno, carece de controles de emisión para algunas sustancias muy peligrosas, se autorizan niveles de emisión superiores a los permitidos", añadió Ecologistas.
Asimismo, destacó que las diferentes sustancias que emite la fábrica provocan afecciones pulmonares, incidencias en cáncer y enfermedades respiratorias, toxicidad urémica y en la enfermedad de Alzheimer, y efectos de metales como el níquel en la producción de cáncer y el plomo en la producción de trastornos neurológicos.
"Los municipios más afectados son Villalbilla (especialmente Los Hueros, Zulema y Peñas Albas), Torres de la Alameda, Loeches, Velilla de San Antonio, Mejorada del Campo y Anchuelo. La incidencia en cada población depende de las condiciones meteorológicas, existiendo situaciones a lo largo del año de incidencia continua en cada una de ellas durante periodos de uno a varios días", indicaron los ecologistas.
En este sentido, señalaron la existencia de "sospechas fundadas" de que las emisiones de la planta "podrían estar incidiendo en la salud de las personas del entorno, con varios casos recientes de cáncer infantil en Los Hueros, de similares características a los descritos en estudios toxicológicos consultados". Así, apuntan que la sustancia causante de estas enfermedades puede ser el butadieno que se produce por la combustión de aceites residuales en la fábrica de Saint-Gobain.
Por otro lado, según el mapa municipal de incidencia de cáncer en España publicado por el Instituto de Salud Carlos III consultado por Ecologistas, hay una alta incidencia de cáncer de pulmón en Loeches. Este municipio, por las observaciones realizadas sobre localización de la nube tóxica, parece ser un sumidero de las emisiones de diversas incineradoras: la fábrica de Saint-Gobain, la planta de incineración para transformación y eliminación de cadáveres de animales y decomisos de Productos Liebana situada en Valverde de Alcalá y las cerámicas situadas en Torres de la Alameda y en el propio Loeches.
Por todo ello, Ecologistas en Acción acusó al departamento que dirige Beatriz Elorriaga de "indiferencia absoluta" sobre los graves problemas ambientales de la región y de hacer "oídos sordos" a las actividades que dañan peligrosamente la salud de las personas.
La empresa cumple la normativa
Por su parte, fuentes de la Consejería de Medio Ambiente confirmaron a Europa Press que la fabrica de Saint-Gobain de Villalbilla recibió la semana pasada la Autorización Ambiental Integrada (AIA) porque cumple no sólo con las normativa español sobre esta materia, "sino también las europea BREF, que en un 70 por ciento más exigente que la nacional". "Madrid es una de las pocas regiones, sino la única, que ya aplica la legislación comunitaria en esta materia", agregó.
Además, señalaron que la empresa ha pasado todas las mediciones y comprobaciones "exhaustivas y rigurosas" impuestas por el departamento de Medio Ambiente, tras intensificarse el proceso de control.
Por otro lado, criticaron la falta de rigor informativo de la organización ecologista "porque hablan de residuos y luego combustibles residuales". "En realidad, los residuos se convierten en combustibles a través de un tratamiento específico, por lo que no se les aplica la legislación de residuos", concluyeron desde la Consejería de Medio Ambiente.