En los mercados energéticos mundiales de hoy en día, en constante mutación, la seguridad energética de la UE exige una coordinación adecuada en el interior y una postura fuerte y decidida en el exterior.
Günther Oettinger, Comisario de Energía, ha declarado lo siguiente: "La política energética de la UE ha registrado verdaderos progresos durante los últimos años. La UE tiene que ampliar ahora los logros de su gran mercado interior de la energía más allá de sus fronteras para garantizar la seguridad del abastecimiento de energía a Europa y fomentar asociaciones internacionales en el sector energético. Por consiguiente, la Comisión propone hoy un planteamiento coherente en materia de relaciones energéticas con terceros países. Hace falta mejorar la coordinación interior, de manera que la UE y sus Estados miembros actúen juntos y hablen con una sola voz".
Además de la Comunicación, la Comisión ha propuesto una Decisión por la que se establece un mecanismo de intercambio de información de cara a los acuerdos intergubernamentales entre los Estados miembros y terceros países. Este mecanismo ampliará a todas las formas de energía, complementándolo, el procedimiento de notificación ya aplicable a los acuerdos sobre el gas, además de facilitar un instrumento de intercambio de información a escala de la UE antes y después de las negociaciones con terceros países. El mecanismo propuesto tiene por objeto reforzar la posición negociadora de los Estados miembros frente a terceros países y garantizar la seguridad del abastecimiento, el correcto funcionamiento del mercado interior y la seguridad jurídica de las inversiones.
Antecedentes
Sigue aumentando el porcentaje de la energía importada en la UE (en la actualidad, el 80 % del petróleo y más del 60 % del gas). Las decisiones nacionales y los acuerdos con terceros países tienen repercusiones importantes en el desarrollo de la infraestructura energética y en el abastecimiento de energía a la UE en su conjunto. Hay que defender mejor los intereses de la UE en las relaciones tanto con los países de tránsito como con los productores de energía.
Al mismo tiempo, los nuevos patrones de la oferta y la demanda en los mercados energéticos mundiales y la competencia creciente por los recursos también hacen necesario ejercer el peso combinado de la UE en las relaciones exteriores en materia de energía.
De acuerdo con la estrategia Energía 2020, se propone mejorar la dimensión exterior de la política energética de la UE mediante una mayor transparencia entre los Estados miembros de la UE en relación con sus acuerdos energéticos con terceros países y una mayor coordinación a la hora de negociar con terceros países, de adoptar una postura en las organizaciones internacionales y de fomentar asociaciones globales en materia energética con los principales países socios.
La estrategia recoge 43 medidas concretas, entre ellas destacan:
- Los Estados miembros deben compartir información sobre los acuerdos internacionales en el sector de la energía, incluidos los acuerdos que se estén todavía negociando. Caso por caso, la Comisión puede emitir un dictamen sobre la conformidad de esos acuerdos con el Derecho de la UE y con los objetivos de seguridad de abastecimiento de la UE.
- Los acuerdos energéticos con terceros países se podrían negociar también a nivel de la UE en caso necesario para conseguir los objetivos fundamentales de la UE. Así ocurre con el acuerdo con Azerbaiyán y Turkmenistán sobre un gasoducto transcaspio, en cuyo caso se ha solicitado un mandato específico del Consejo.
- La UE propondrá una nueva asociación con los países de la ribera meridional del Mediterráneo en materia de proyectos de energía procedente de fuentes renovables.
- La UE abogará por unas normas internacionales jurídicamente vinculantes en materia de seguridad nuclear en sus conversaciones multilaterales, inclusive en la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), y obrará por ampliar las evaluaciones de la seguridad nuclear a los países vecinos de la UE.
- La política de desarrollo de la UE hará un mayor hincapié en la mejora del acceso a la energía sostenible para los países menos desarrollados y en vías de desarrollo.
