Garmendia ha ofrecido una perspectiva global del sector en Euskadi y ha puesto de relieve la importancia económica del sector vasco de la energía, puesto que da empleo a 24.400 personas repartidas en 356 empresas. Su facturación en Euskadi llega a los 15.469 millones de euros e invierten 188 millones en I+D sólo en el País Vasco. Exclusivamente en el terreno de la investigación, las empresas del sector energético cuentan en Euskadi con 1.905 empleados.
En este sentido, el sector cuenta con un centro de investigación cooperativa, el CIC energiGUNE, 10 centros corporativos de i+D especializados en energía, 5 centros de competencia de multinacionales, así como varios centros universitarios de calidad y las dos grandes alianzas tecnológicas vascas, IK4 y Tecnalia con unidades dedicadas a esta materia.
Cumplimiento medio-alto
Durante su comparecencia, el viceconsejero ha presentado “un nivel medio-alto de cumplimiento de los objetivos”, salvo en renovables y en la tasa de generación eléctrica autóctona. Para el periodo 2001-2010, el Gobierno Vasco se fijó unas metas ambiciosas:
- Un ahorro energético del 15% (975.000 tep/año).
- Atender mediante renovables el 12% de la demanda (978.000 tep/año frente a 263.000 tep/año en el año 2000).
- Reforzar las infraestructuras de gas natural y renovar el parque de generación (con 2.800 MW de ciclo combinado).
- Contribuir a los objetivos del Protocolo de Kioto y mejorar la calidad ambiental.
- Reforzar la I+D en el sector de la energía e impulsar acuerdos entre los agentes.
Xabier Garmendia ha detallado el grado de cumplimiento de los principalles indicadores estratégicos. En este sentido, en seis de las 11 áreas se han cumplido las expectativas, sobre todo en la contribución ambiental, el compromiso de la contribución pública y el nivel de ahorro energético logrado.
En cambio, Euskadi no cumplió hasta 2010 con sus objetivos en materia de aportación de las renovables a satisfacer la demanda energética: se quedó en la mitad (un 6,7% frente al objetivo del 12%). Asimismo, la comunidad no ha llegado a autoabastecerse de electricidad en la medida en que se planteó.
En materia de renovables, el año pasado había instalados 153 MW de energía eólica, frente a los 624 MW que se fijó el Gobierno Vasco en 2001. En este periodo, únicamente se construyeron tres parques y un miniparque. La biomasa posee 79 MW (el objetivo era 191 MW), mientras que la hidroeléctrica alcanza los 171 MW, según las estimaciones iniciales. La fotovoltaica sí ha superado las previsiones, con 20 MW instalados, más que los 11 MW inicialmente esperados. La solar térmica tiene la misma potencia instalada, 20 MW, aunque menos de los 152 MW que se marcaron hace una década.
Garmendia ha explicado cómo en la última década se han producido “significativos avances tecnológicos y cambios en los mercados energéticos”, además de desarrollarse un importante número de proyectos de inversión en eficiencia en la industria.
Una cuestión importante es la mejora experimentada en “la garantía de suministro energético gracias a la modernización y desarrollo de infraestructuras de futuro”. Es destacable la irrupción de las centrales de ciclo combinado, con una aportación de 2.000 MW, así como el refuerzo de las redes de transporte de gas y electricidad, y la planta de Bahía Bizkaia Gas y la conexión gasista con Francia.
El crecimiento de la demanda de energía se frenó desde 2008 debido a la crisis y a los altos precios energéticos, mientras que el gas natural y la renovables han ido creciendo su aportación. El gas natural es hoy por hoy la principal fuente energética en Euskadi. Además, el viceconsejero ha recalcado que la política energética “ha contribuido a reducir de forma notable las emisiones de CO2 y otros contaminantes”.