Asimismo, los científicos señalan que esta sismicidad se está produciendo a mucha profundidad y que no existen otros precursores, como variaciones en la deformación terrestre, que puedan advertir la existencia de una erupción inminente.
Por otra parte, sí se destacó que hay que seguir más de cerca la sismicidad que se está produciendo a menos profundidad, que si bien es cierto es menos frecuente y de menor magnitud, y es la que podría ser indicadora de un proceso eruptivo.
Estas han sido las principales conclusiones extraídas de la reunión que mantuvo en la tarde de ayer el director general de Seguridad y Emergencias, Juan Manuel Santana, dentro del marco del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (PEVOLCA), con miembros del Comité Científico y del Comité Director del citado Plan.
Juan Manuel Santana insistió en que la situación actual no implica, de momento, una situación de riesgo para la población y recalcó que además se mantiene una vigilancia constante del proceso eruptivo que determinaría cualquier cambio importante. En esta línea, el director general de Seguridad y Emergencias informó que la situación no obliga a tomar medidas de Protección Civil extraordinarias.
Aumenta la actividad sísmica en el norte
Además el Instituto Geográfico Nacional confirmó ayer, a la dirección del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico un sismo de 3.9 de magnitud, al noroeste de Frontera, localizado en el mar a 22 kilómetros de profundidad. Este sismo, que fue sentido por la población, se produjo a las 7:46 horas y se trata del sismo de mayor tamaño registrado en la isla después del comienzo de la erupción al Sur de La Restinga.
La evolución de la sismicidad en el norte de la Isla ha aumentado en los últimos días y los científicos, que realizan un seguimiento constante, barajan todos los escenarios posibles, aunque todavía no se pueden definir con suficiente precisión. En este sentido se inclinan entre las opciones principales que el proceso disminuya o que evolucione hacia una erupción situada, con mayor probabilidad, en el mar, con las características de la que se está desarrollando al sur, cuyos parámetros se mantienen estables.
Por otra parte, los responsables del IGN, confirman que el pasado 29 de octubre, se localizaron 62 sismos, dos de los cuales fueron sentidos por la población. El sismo de mayor magnitud alcanzó un valor de 3.6 en la escala Richter. Este movimiento se ha localizado en el mar en la zona de El Golfo a unos 4 kilómetros de la costa y a una profundidad de 23 kilómetros Ha sido sentido por la población con intensidad máxima IV en la localidad de Valverde.
La mayoría del resto de eventos registrados se localizan en la misma zona, alineados NNW SSE desde el mar, a unos 12 kilómetros de la costa, hasta el centro de la isla. Las profundidades varían entre los 15 kilómetros y los 25 kilómetros.
Según los informes de los científicos de la Universidad de Cádiz, y en referencia a la deformación del terreno, continúan dos escenarios diferenciados. El sur de la isla muestra una remisión en el aumento de la deformación, marcado claramente por el del proceso eruptivo y que se evidencia en los datos registrados en la estación GPS de La Restinga.En el norte de la isla, se aprecia en las deformaciones un aumento en la componente Norte y en menor medida en la Este.
Por último, a lo largo de la jornada de ayer se han podido observar con claridad las zonas principales de emisión en las que se ha podido apreciar fragmentos de lava. Asimismo, durante el 29 de octubre se confirma que la mancha ya se ha extendido a toda la zona del golfo.