Su objetivo es identificar medidas que incentiven la creación de empleo rural, planteando un conjunto de orientaciones estratégicas para mejorar la organización de la actividad productiva y la creación de puestos de trabajo, impulsando, sin primar el gasto público, las capacidades y potencialidades del territorio.
Con este fin se han identificado y caracterizado un conjunto de "ámbitos clave", con gran potencial de creación de puestos de trabajo y de diversificación económica, destacando entre ellos la rehabilitación de viviendas en el medio rural, los servicios a personas, la agricultura y ganadería, los servicios y aprovechamientos forestales, la industria agroalimentaria, la producción de energía con biomasa, la conservación y gestión de los espacios naturales o los servicios turísticos y de ocio.
De forma complementaria, se han identificado también otros ámbitos de empleo sinérgicos con los anteriores como son las inmobiliarias y gestoras de suelo y tierras, la consultoría y asesoría empresarial y tecnológica, así como de ingeniería ambiental, los servicios de ahorro y eficiencia en el uso del agua, los de vigilancia y seguridad las instalaciones y mantenimiento de huertos solares y fotovoltaicos, las empresas de servicio energéticas, los servicios auxiliares, la producción de biocarburantes y el teletrabajo.
Con objeto de incentivar esos "ámbitos clave", de creación de empleo, el estudio propone también una serie de medidas, unas de carácter fiscal para promover la rehabilitación de viviendas en el medio rural o para apoyar los servicios y aprovechamientos forestales.
Junto a estas se plantean otras medidas legislativas adaptando las leyes a las singularidades de las tipologías de empresas existentes en el medio rural, así como medidas regulatorias orientadas al sector de los servicios a personas o a energías renovables. Oras denominadas ejemplarizantes para la mejora de la eficiencia energética, y de apoyo a la concentración, a las inversiones en exportación y a las de I+D+I en los sectores agrario y agroalimentario o promocionales internacionales del turismo de interior.
De acuerdo con las conclusiones del estudio, la incentivación de todos estos ámbitos permitiría no sólo la creación de puestos de trabajo estables, entre 321.000 a corto plazo (2 años) y hasta 559.000 a medio plazo (6 años), sino que podría producir otros múltiples beneficios para el medio rural como la reducción del desempleo en jóvenes con baja cualificación y experiencia, el aumento del PIB y la reducción de costes por desempleo, la reactivación de sectores como la construcción y empresas vinculadas o la estabilización de la población residente.
También tendría positivas repercusiones para la puesta en valor del patrimonio arquitectónico tradicional, la puesta en circulación de capital privado, el aumento del atractivo de las poblaciones como destino de nuevas actividades vinculadas al sector servicios y la mejora de la perspectiva de futuro para los municipios rurales.