"El fracking contamina los acuíferos y las aguas superficiales por la inyección de decenas de sustancias químicas", denunció Serrano en la rueda de prensa en la que, junto a Sara Pérez, técnica del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO (ISTAS), presentó el informe Impacto ambiental del sistema de fracturación hidráulica, elaborado por CCOO.
Estos impactos resultan especialmente perjudiciales en zonas donde la población y las actividades productivas, especialmente agrícolas y ganaderas, dependen de sus recursos hídricos. "El balance energético es muy bajo y la emisión de gases de invernadero muy elevada, no sólo porque se trata de un combustible fósil, sino porque su extracción puede implicar elevados escapes de metano", explicó Serrano, para quien el impacto ambiental no compensa los supuestos beneficios de la aplicación del francking.
Sara Pérez, a su vez, informó de que "en España se han concedido varios permisos de investigación, fundamentalmente en zonas del norte de la península, para la extracción de gas de pizarra mediante fractura hidráulica", pese a que el sistema fracking ha sido prohibido en algunos países, como en Francia.
Para CCOO, "no hay una normativa adecuada" y resulta inadmisible que la Administración tenga la potestad de decidir en cada caso si se hace un estudio medioambiental para autorizar tanto a las concesiones de explotación como a los permisos de investigación, que también implican la utilización de la técnica de la fracturación en las perforaciones.
"CCOO apela al principio de precaución y, teniendo en cuenta la situación y experiencia en otros países, considera que el Gobierno español debería prohibir la investigación y explotación del sistema de fracturación hidráulica para la extracción de gas no convencional", concluyó el secretario confederal de Medio Ambiente de CCOO.
Alegaciones al Ministerio
La plataforma Fracking Ez Araba presentó más de 650 alegaciones ante la Secretaría de Estado de Cambio Climático para rechazar la concesión del permiso de exploración Enara-4 sin realizar un estudio previo de impacto medioambiental. Este pozo, situado junto a la localidad de Mandojana, dentro del término municipal de Vitoria-Gasteiz, forma parte de una serie de sondeos que el Gobierno Vasco pretende llevar a cabo para valorar las posibilidades de explotación del gas no convencional que se ha descubierto en el subsuelo alavés.
La plataforma pretende de esta manera llamar la atención sobre la peligrosidad de la técnica que el Gobierno Vasco quiere emplear en estos sondeos (fracking), y la necesidad de que cualquier actuación en este sentido debe contar en primer lugar con un estudio de impacto ambiental, algo que se ha omitido en este caso.