TEPCO ha conseguido ubicar equipamiento de monitoreo dentro del reactor por primera vez desde el accidente nuclear posterior al terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011. La compañía espera determinar el estado de las vasijas al tiempo que pretende dejar fuera de servicio los reactores.
La compañía ha señalado que los niveles de radiación se incrementaron de manera progresiva al ubicar el dosímetro -instrumento de medición de dosis absorbida en un contexto de protección radiológica– en el reactor. Esto sugiere que el combustible nuclear se fundió y acumuló en el fondo de las vasijas, según ha informado la cadena de televisión pública japonesa, NHK.
TEPCO ha manifestado asimismo que el nivel de agua dentro de la vasija es de sólo 60 centímetros, en comparación con el nivel original, que era de tres metros. La compañía sospecha que la cámara de supresión en el fondo de la vasija ha podido ser destruida.
Estos descubrimientos suponen un revés para los planes destinados a desechar el reactor, ya que es necesario que se arreglen las partes afectadas del interior de la vasija y que se la rellene con agua antes de extraer el combustible.