La organización internacional Oceana considera decepcionante la falta de acción y la debilidad de los compromisos alcanzados por los diferentes países –como acaba de verse en la cumbre de Río+20– y reclama medidas urgentes para proteger los stocks pesqueros mundiales.
Este 87% es la suma de un 57% de stocks completamente explotados de los que no puede capturarse más, y un 29,9% sobreexplotados o agotados. En el informe SOFIA 2010 el porcentaje era del 85% y en el de 2008, del 80%. El documento presentado considera improbable que los stocks mundiales puedan recuperarse para que en 2015 lleguen a su Rendimiento Máximo Sostenible (MSY, en inglés), como se acordó en la Cumbre de Johannesburgo.
El Dr. Daniel Pauly, científico especializado en pesca y miembro de la junta directiva de Oceana, señala que “la FAO no solo resume el estado de las pesquerías marinas mundiales como de “empeoramiento”, sino que los únicos destellos de luz, donde normativas más estrictas han permitido la recuperación de los stocks, son los mismos países citados en la última evaluación (principalmente EE UU y Australia), y sus buenas prácticas parecen haber encontrado pocos imitadores”.
Esta voz de alarma coincide con los debates en el seno de la UE sobre la reforma de la Política Pesquera Común. Lo que está en juego es si los Estados miembros apostarán por alcanzar en 2015 una gestión pesquera sostenible o si harán caso omiso de los compromisos internacionales adquiridos por la UE.
Xavier Pastor, Director ejecutivo de Oceana Europa, se cuestiona “¿Cuántos de estos informes necesitan ver los líderes y políticos de todo el mundo? El estado de los mares europeos es sencillamente vergonzoso. Desde el Mediterráneo al Atlántico y el Báltico, los stocks han sufrido una sobrepesca sistemática, se han ignorado las recomendaciones científicas y se ha destruido el medio marino. Es simple de entender y, sin embargo, una y otra vez vemos que falta valor para tomar las decisiones correctas y hacer lo debido”.
La UE tiene este año la oportunidad de cumplir sus compromisos internacionales y restaurar los mares bajo su competencia en el marco de la reforma de la Política Pesquera Común, que tras ser abordada por el Consejo de Ministros de Pesca será votada próximamente por el Parlamento Europeo.