Oceana ha elaborado una lista de las naciones más vulnerables ante este problema de seguridad. Encabezan la lista las islas Comoras, en el océano Índico, en donde ya se sufren los efectos combinados del aumento de las emisiones de dióxido de carbono y las temperaturas del océano, así como el aumento de la acidez del agua. Togo, las Islas Cook, Kirbati y Eritrea completan los cinco primeros países del informe.
La organización ha indicado que todos estos países tienen los productos del mar como fuente de proteínas y consumen grandes cantidades de mariscos, como ostras, almejas y mejillones, por ello, son los más vulnerables.
"La mayoría de las naciones que sufren este problema han hecho muy poco para causar el cambio climático", ha señalado el autor del estudio, Mateo Huelsenbeck, quien ha destacado que los más afectados son los pequeños pescadores que no están equipados para faenar en aguas profundas y distantes.
El informe, que se ha presentado en el “Simposio sobre el océano en un mundo con alto CO2”, determina que los expertos deberían informar a la sociedad sobre estas consecuencias más desconocidas del cambio climático. En este sentido, el trabajo señala que la adificación de los océanos ha aumentado un 30 por ciento desde la revolución industrial, un dato que "apenas conoce nadie", ha indicado Huelsenbeck.
Oceana señala que se prevé que el cambio climático empeorará durante el próximo lustro, y la industria pesquera en los países desarrollados sufrirían también esta situación que, por el momento, viven algunas pequeñas naciones.