El objetivo de esta medida es impulsar el desarrollo de los denominados biocarburantes de segunda generación, producidos a partir de residuos, algas o paja, que no interfieren de forma directa en la producción mundial de alimentos.
La Unión Europea se ha marcado como objetivo vinculante aumentar de aquí a 2020 hasta el 10% la cuota de renovables en el sector del transporte. Aunque la legislación europea no especifica cómo debe lograrse, "de facto la mayor parte vendrá de los biocarburantes", según explicó recientemente la portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Marlene Holzner.
Bruselas quiere ahora subdividir este objetivo y fijar el 5% como máximo de biocarburantes elaborados a partir de cultivos alimentarios. De esta forma, "no se necesita suelo adicional ni habrá discusión sobre el impacto en el precio de los alimentos", señaló la portavoz.
El resto, hasta llegar al 10%, se logrará con los biocarburantes de segunda generación. La Comisión asegura que estos nuevos biocarburantes ya están en producción y que los Estados miembros tienen intención de aumentar sustancialmente su consumo de aquí a 2020.