El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente andaluz, Luis Planas, ha defendido en declaraciones a los periodistas antes de participar en el encuentro que el "no" de la comunidad está motivado por las modificaciones de fondo que ha sufrido el documento respecto al que fue presentado a exposición pública en 2010 y que fue objeto de un amplio consenso entre colectivos e instituciones tras un "largo" trámite de participación pública.
Planas ha subrayado que, pese a que el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, intentó llegar a un consenso sobre el plan, éste no ha sido posible y ha defendido que la cuenca del Guadalquivir es deficitaria en términos estructurales, sin embargo, las medidas que contiene el plan "no son las propias para ello". En lo que se refiere a las inversiones, ha advertido que se pasa de los 4.100 millones de euros previstos en el primer documento del plan a los 1.700 millones.
Las razones que esgrime Andalucía se centran en tres aspectos: en primer lugar reclamar medidas más restrictivas en cuanto a la limitación de las dotaciones, según lo acordado en el proceso de información pública, con 6.000 metros cúbicos por hectárea y en grandes zonas regables, excepto en el caso del arroz.
Asimismo, piden iniciativas que contribuyan a una política de ahorro más eficaz, como por ejemplo la tarificación por volumen y no por hectárea, lo que ayudaría a establecer las derramas de las comunidades de regantes, y, por último, una mayor firmeza lo que respecta a la exigencia de mejoras en los regadíos existentes, de modo que la modernización sea "imperativa por razones objetivas y no subjetivas". En este sentido ha subrayado que en el actual texto la modernización está "condicionada a elementos indeterminados como los costes desproporcionados, lo que en la práctica supone dejarlo a la voluntad del concesionario".
El documento aprobado este jueves, que ahora será llevado al Consejo de Ministros y contra el que no cabe ya recurso, ha eliminado la limitación inicial a las grandes comunidades de regantes -aquellas que superan las 2.500 hectáreas- y que afecta a uno de los principios que la Consejería considera irrenunciables en la planificación hidrológica.
El consejero andaluz ha recalcado que la postura andaluza responde a las directrices que marca la Unión Europea, tales como la Directiva Marco de Agua y reciente Blue Print, que apuestan por una gestión sostenible del agua incluyendo medidas de ahorro para los principales consumidores.
Sí al Guadiana
Por el contrario, Andalucía ha apoyado el Plan Hidrológico del Guadiana, la segunda cuenca intercomunitaria en importancia en la región, y, al respecto, Planas ha recalcado que las limitaciones que no se incluyen para la cuenca del Guadalquivir, sí lo hacen en esta.
Concretamente, este texto sí recoge las peticiones que desde la Administración autonómica se habían efectuado para la limitación general para todos los usuarios, independientemente de la superficie y del cultivo de 6.000 metros cúbicos por hectárea. Y ello a pesar de que el Guadiana salvo en el tramo superior (alto Guadiana), es una cuenca equilibrada o excedentaria y, por tanto, la necesidad de ahorro respecto al Guadalquivir es menor.
Además, el Consejo ha aprobado las propuestas para el Plan Hidrológico del Cantábrico Occidental y del Cantábrico Oriental. Con éstos, son nueve los planes aprobados este año y, según el Ministerio, se continúa trabajando para concluir el resto de la planificación hidrológica competencia del Estado en 2013.
Arias Cañete ha enmarcado toda esta planificación hidrológica en "uno de los pilares básicos del Ministerio, la política hidráulica". "En el marco de esta política se contempla abordar el Pacto Nacional del Agua, con el objetivo de garantizar el suministro de agua en calidad y cantidad suficiente, de una manera integral y solidaria en todo el territorio nacional", ha señalado.
Resultado de este pacto será la propuesta de un nuevo Plan Hidrológico Nacional, según ha resaltado, "que contemple los acuerdos del pacto y materialice sus objetivos". En este sentido, ha subrayado que el futuro plan tendrá en cuenta todas las tecnologías e infraestructuras existentes y propondrá la construcción de otras nuevas para asegurar, en conjunto, la suficiente gestión del recurso, el aumento de caudales en zonas con déficit hídrico y el abastecimiento a precios razonables para cada uso.