Estos proyectos tratan sobre temas como la bioenergía (incluidos los biocombustibles avanzados), la energía solar concentrada, la geotérmica, la eólica y la oceánica y la gestión distribuida de energías renovables (redes inteligentes). Se espera que estos proyectos, el 50% de cuya financiación procede de uno de los mayores programas de financiación del mundo, NER300, contribuyan a cumplir el objetivo fijado para 2020 por la UE de obtener el 20% de su energía a partir de fuentes renovables.
El programa NER300 se estableció para que sirviera como vehículo mediante el que desarrollar en la Unión Europea tecnologías comerciales y seguras desde el punto de vista medioambiental de captura y almacenamiento de carbono (CCS) y de fuentes de energías renovables innovadoras. Al idear formas novedosas de obtener más energía renovable, la UE confía en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y depender en menor medida de la energía importada. Además, el impulso a la industria de las renovables, la innovación tecnológica y el empleo en Europa propiciarán un mayor crecimiento en los distintos subsectores relevantes.
Uno de los proyectos consiste en una planta de bioliq, o conversión de biomasa en combustible líquido, situada en el norte de Finlandia y llamada Bioenergy Ajos BtL. Los trabajos consistirán en producir biodiésel y bionafta en la zona del Mar Báltico que se venderán principalmente a minoristas de gasolina y gasóleo. Se prevé que esta planta emplee 950.000 toneladas al año de materia leñosa y otras 31.000 de talloil para obtener una producción anual de 115.000 toneladas al año de biocombustible. Se trata de un proyecto innovador que incluirá pretratamiento de biomasa, una isla de gasificación y conversión de gas a líquido.
En otro proyecto llamado Sweden Bioenergy Pyrogrot se utilizarán como materia prima residuos forestales para obtener 160.000 toneladas al año de aceite de pirólisis y, de este modo, producir 750 gigavatios hora de energía. Esta planta tendrá capacidad para procesar 720 toneladas al día de biomasa seca.
En conjunto, estos proyectos tendrán repercusiones en numerosos aspectos desde su fase de desarrollo hasta su etapa final, una vez se encuentren a pleno rendimiento. Se calcula que aumentarán en 10 teravatios hora la producción anual de energías renovables en Europa, lo cual equivale a la cantidad de energía consumida en un año, en forma de carburante, por más de un millón de automóviles. Se probarán en la práctica tecnologías que servirán más adelante para incrementar notablemente la producción de energía a partir de fuentes renovables en toda la UE.
Asimismo, a raíz de estos proyectos se crearán miles de empleos. En primer lugar, la fase de construcción requerirá emplear varios miles de trabajadores a jornada completa durante un periodo de tres o cuatro años. En segundo lugar, una vez los proyectos entren en servicio, se empleará a cerca de mil trabajadores a jornada completa para los próximos quince a veinte años para el funcionamiento de las instalaciones.
Estos proyectos se cofinanciarán con los ingresos obtenidos con la venta de doscientos millones de derechos de emisión procedentes de la reserva para nuevos entrantes del régimen comunitario de comercio de derechos de emisión.