Lo ha hecho en el marco de una reunión con representantes de las 65 empresas y asociaciones adheridas al denominado Pacto por la Bolsa, una iniciativa de la ARC que nació en 2009 como marco de colaboración con las organizaciones sectoriales con el objetivo de reducir el consumo de este tipo de bolsas per cápita en un 50% en el año 2012, respecto de los valores de 2007. Esta iniciativa es pionera en España y diferentes Comunidades Autónomas también han comenzado a aplicarla, propiciando un cambio de modelo de consumo de bolsas de plástico en todo el Estado.
El año 2011 se consumieron 26 millones de bolsas a la semana, mientras que en 2007 el consumo era de 45 millones de unidades semanales. O lo que es lo mismo, cada hogar consumió el año pasado 465 bolsas y hace cinco años eran 911. Los resultados del estudio muestran que, en promedio, cada catalán consume a lo largo del año 179 bolsas de plástico, 148 menos que en 2007.
Esta reducción indica que las medidas implementadas en el marco del Pacto por la Bolsa están dando resultado. Así, la implantación en gran número de establecimientos asociados y de gran superficie de medidas de prevención con respecto a la distribución gratuita de bolsas de plástico, así como la mayor oferta de productos alternativos para transportar la compra (bolsas reutilizables, compostables, etc.) están incidiendo en los hábitos de consumo de la ciudadanía.
Las bolsas: distribución y el consumo
En cuanto a la tipología de establecimientos, el estudio constata que la mayor parte de estas bolsas se consumen en el comercio urbano (85,2%) y en los supermercados (10,7%).
La reducción global se ha producido porque en todas las tipologías de establecimientos, en mayor o menor grado, se han aplicado medidas de prevención. Así, los supermercados, los hipermercados y los grandes almacenes han experimentado una reducción del consumo de bolsas de 87,4%, el 78,6% y el 54,8% respectivamente. En el comercio urbano, el consumo ha caído en casi todos los sectores menos en tres: el cotidiano alimentario, la automoción y el comercio mixto, lo que da la cifra final para esta tipología de establecimiento de un incremento del 16% respecto a 2007.
El gramaje de las BPNU ha caído significativamente en todos los formatos comerciales, entre un 47 y un 90% respecto a los pesos del 2007. Esto ha supuesto que el consumo de plástico en forma de bolsas de asas de un solo uso que en 2007 era de 2,6 kg, haya sido durante el año 2011 de sólo de 1 kg por habitante.
En cuanto a los subsectores comerciales, el estudio muestra que el cotidiano alimentario es en el que se concentra la mayor parte del consumo de estas bolsas. Así, el 69% de las bolsas de plástico de un solo uso que han consumido en Cataluña durante el 2011 fueron en este tipo de establecimientos. El resto de subsectores tienen una incidencia mucho menor: el comercio mixto representa el 9,5% de las bolsas consumidas, el equipamiento del hogar, el 8,8%, la automoción y los carburantes, el 5,7%, el equipamiento personal, el 3,3%, el cotidiano no alimentario del 1,9%; ocio y cultura, el 1,2% y el 0,7% corresponde a otros subsectores.
La metodología de evaluación empleada en este estudio ha sido la misma que se utilizó en el estudio del año 2007 y el del año 2009. Se ha recogido información mediante encuestas personalizadas en los supermercados, hipermercados y grandes almacenes, y en 405 establecimientos de comercio urbano (menos de 400 m2 de superficie), ubicados en los mismos ámbitos que en los anteriores estudios.
Cambios de hábitos
De acuerdo con los datos aportados por los consumidores, también se detecta la acusada caída en el consumo de este tipo de bolsas. En lo que respecta al uso que se hace, hay que destacar que dos tercios de los hogares las utiliza como bolsa para la basura y un tercio reutiliza las bolsas. Un 42% de los hogares las recicla correctamente, el contenedor amarillo, y únicamente el 4% declara no disponer de ninguna alternativa a la bolsa de plástico, lejos del 31% que lo declaraba en 2007.