El calendario de plazos y la posibilidad de flexibilizar el veto a los descartes han sido los principales escollos de una negociación "dura" y con "cierta tensión" entre las delegaciones, que finalmente se ha resuelto con un calendario progresivo que arrancará en 2014 con las especies pelágicas y que permitirá "muy pocas excepciones", según Coveney.
Este es uno de los puntos más delicados de la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) que los Estados miembros deben negociar aún con el Parlamento Europeo, pero no el único. Si los ministros logran un acuerdo total sobre el resto de elementos en su próxima reunión de marzo, podrán iniciar los contactos con la Eurocámara para negociar la reforma que confirme el fin de los descartes.
En concreto, lo que defenderán los 27 es que la obligación de desembarcar todas las capturas en puerto por el fin de los descartes se aplique de manera casi inmediata, el 1 de enero de 2014, para las especies pelágicas, mientras que se empiece a introducir en 2015 en el mar Báltico, en 2016 en aguas del noroeste y suroeste, además de en el mar del Norte, y, finalmente, en el Mediterráneo desde 2017.
Con el objetivo de dar más tiempo a la flota para adaptarse a estos cambios, los 27 son partidarios de permitir una aplicación "paulatina" de tres años en el Báltico, aguas orientales y mar del Norte. En el caso del Mediterráneo, esta introducción por etapas será de dos años, pero se retrasa su comienzo hasta 2017.
En el debate público que ha puesto fin a las cerca de 20 horas de negociación, el ministro irlandés ha expuesto los detalles de su propuesta de consenso y ha advertido de que "no habrá excepciones ni para el ochavo, ni para la bacaladilla", pese a ser una reivindicación de varios países, entre los que destacaba España.
A cambio de esta concesión, Coveney ha ofrecido que la llamada "regla de mínimos", esto es, un porcentaje de descartes autorizados sobre el total de capturas sometidas a cuota se aumentara del 5 al 7%, frente al 10% que reclamaban España, Francia y otros países con grandes flotas.
La fórmula del 7% de excepción se aplicaría de manera escalona en un plazo de cinco años, siendo del 9% los dos primeros años, del 8% los dos siguientes y alcanzando el 7% en el quinto año.
La solución propuesta por Irlanda ha contentado a los Estados miembros, con la excepción de Suecia, uno de los países con posiciones más estrictas respecto a la tolerancia cero con los descartes y que no ha apoyado el texto final.
Ayudas para la flota
La comisaria de Pesca de la UE, Maria Damanaki, ha dicho en rueda de prensa que valora el consenso logrado por los Veintisiete, pese a que es menos ambicioso que su propuesta inicial, porque considera que los ministros "han dado un paso adelante" con respecto a sus ideas del pasado año.
"La Comisión tiene presente la preocupación de los Estados miembros y en abril discutiremos sobre la financiación. Vamos a facilitar todos los medios para adaptar la flota a una situación totalmente nueva", ha anunciado Damanaki, en referencia al reparto de las ayudas del nuevo Fondo de pesca y asuntos marítimos para el periodo 2014-2020 que los ministros deben debatir en próximas reuniones.
La comisaria ha recalcado el "cambio importante" que ha supuesto el acuerdo de esta madrugada a 27 para marcar las negociaciones con la Eurocámara, partidaria también de un calendario progresivo para el veto a los descartes, y ha celebrado que se hayan fijado "plazos claros".