Estos 13 consorcios (La Fortuna, Leganés Norte, en Leganés, La Estación en Colmenar Viejo, Los Molinos-Buenavista en Getafe, y Espartales Norte y La Garena en Alcalá de Henares, Dehesa Vieja en San Sebastián de los Reyes, Móstoles-Sur en Móstoles, Parla-Este en Parla, Rivas en Rivas Vaciamadrid, El Escorial en El Escorial, y Loranca en Fuenlabrada) han significado la construcción de 59.105 viviendas de las que el 75% son de protección pública, un porcentaje que supera el 50% marcado por la ley. Estos nuevos barrios desarrollados han supuesto la construcción de una ciudad con una población como la de Santander.
Sarasola ha destacado además que “el objetivo de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio es finalizar en esta legislatura el trabajo en los ocho consorcios urbanísticos activos. Recientemente se han liquidados los trabajos en 5 del total de 13 residenciales que ha desarrollado para mantener el compromiso de “urbanismo verde”. Entre todos incluyen alrededor de 4.000.000 m2 de zonas verdes, así como la posibilidad de disfrutar de algunas de las vías pecuarias de la Comunidad, parte de su patrimonio medioambiental y paisajístico.
El objetivo de los Consorcio Urbanísticos ha sido promocionar suelo para actividades residenciales, creando barrios verdes y de calidad, e industriales y terciarios donde se posibilita y facilita la implantación de empresas y actividades de alto valor añadido en nuestra región, a través de los Consorcios para la promoción de Parques Científicos y Tecnológicos como Móstoles Tecnológico, Tecnogetafe, Bañuelo, Leganés Tecnológico o Valdelacasa.
La Fortuna, un consorcio-jardín
El Consorcio Urbanístico de La Fortuna está participado al 60% Comunidad y 40% Ayuntamiento. De las 1.200 viviendas proyectadas, el 88% son viviendas protegidas y todas ellas, las 1.050, están construidas. Queda por construir alguna parcela destinada a viviendas de promoción libre. En este barrio viven del orden de 1.100 familias, unos 5.000 habitantes. En total la inversión realizada en este desarrollo ha sido de 39,3 millones de euros.
Todas las viviendas protegidas construidas cumplen unos criterios de sostenibilidad medioambiental como son: eficiencia energética (energía solar térmica y solar fotovoltaica, termostatos, caldera…), calidad medioambiental (aislamientos ruido y acústica, gestión de residuos) y conservación, mantenimiento y durabilidad (racionalización de instalaciones).