Con una inversión de 2,7 millones de euros, la Consejería andaluza de Empleo prevé construir en Lucena (Córdoba) un centro bioclimático destinado a la formación y fomento de las energías renovables. Se trata de un proyecto único y pionero en Andalucía. La construcción se llevará a cabo con las reglas y las normas de la sostenibilidad. Se construirá, en su mayor parte, con materiales reciclables.
Diseñado como un edificio inteligente, que se autosuministrará de energía e, incluso, podrá revertir energía sobrante a la red. Dispondrá, entre otros sistemas, de una fachada bioclimática, una caldera de biomasa, cubiertas de placas fotovoltaicas, sistema de ventilación cruzada y sistema de reciclado de aguas o instalación de vegetación aclimatadota de temperatura. Está prevista su entrada en funcionamiento para 2011. Las obras comenzarán a principios del próximo verano.
El ahorro de energía se ha convertido en una necesidad empresarial. No es sólo que la conservación de la energía tenga un impacto positivo en los costes del ciclo de vida de los edificios, sino que además ofrece una reducción directa en la "huella de carbono". Un gran número de estudios demuestran que la conservación de la energía no sólo ofrece un "coste del ciclo de la vida" positivo sobre la inversión, lo que significa que la empresa gana dinero, sino que también es la "mejor forma coste-beneficio", de reducir las emisiones de dióxido de carbono, que es una forma que no necesita de nuevas tecnologías.
Recientemente, el profesor Norman Miller, de la Universidad de San Diego, ha llevado a cabo un estudio sobre más de 2.000 grandes edificios de Estados Unidos, en el que se demuestra que, desde el año 2004, los edificios de oficinas con certificación energética "Energy Star" han incrementado su ocupación en más de un 2 por ciento y sus rentas en más de 21,50 euros por metro cuadrado. Además, en 2006, los edificios con certificación "Energy Star" en Estados Unidos se han vendido con un incremento del 30 por ciento, en euros por metro cuadrado, respecto a los edificios no certificados. O sea, que los edificios sostenibles valen más y están destinados a incrementar su valor año tras año.
La escasez de energía, el cambio climático y la contaminación ambiental son problemas típicos de nuestro tiempo. Además de soluciones, inspiradas en la arquitectura y en la construcción, se buscan y se ensayan otras de raíz biológica.
Así, en este año, tiene lugar la tercera edición de la Expobioenergía, que facilita a los profesionales españoles conocer de primera mano las novedades tecnológicas que, en cuanto a bioenergía se refiere, están realizando los países europeos. Se ha organizado un viaje al "World Bioenergy" (Jönköping, en Suecia), que permitirá establecer contactos con el mundo empresarial, que participa en la "World Bioenergy".
La importancia de este evento radica en que se realiza en Suecia, líder en cuestión de bioenergía, ya que con la vista puesta en un sistema energético, totalmente sostenible, se han incorporado, en la última década, distintas fuentes energéticas renovables y se espera, de este modo, que en 2020, Suecia será el primer país en conseguir la independencia del petróleo. Llama la atención la planta "Enafraft" en Enköping, que genera del orden de los 95.000 MWh al año destinado a calefacción y agua caliente sanitaria, procesando en la planta los cultivos energéticos.
Todos estos hechos demuestran una gran preocupación a nivel mundial por la escasez y los precios de la energía, al tiempo que aumentan la conciencia, que se tiene, de los problemas ligados con la conservación del medio ambiente. De ahí que el término sostenibilidad se encuentre de moda. Y los edificios sostenibles, en primer lugar. De éstos, la construcción sostenible LEED ha llegado a ser la norma voluntariamente adoptada en la mayoría de las decisiones empresariales y de los promotores inmobiliarios.
De este modo, LEED ha sido diseñado para fomentar y acelerar la adopción global de la edificación sostenible, mediante la creación y aplicación de normas universalmente aceptadas, que establecen unos instrumentos y criterios de rendimiento. Además de los respectivos órganos especializados, LEED presenta un Comité Directivo, un Comité de Certificación, un Comité Técnico y un Comité Científico Asesor, así como unos Grupos de Asesoramiento Técnico.