Las medidas agroambientales son, desde su puesta en marcha en 1992, la principal herramienta disponible para frenar la pérdida de la biodiversidad en Europa, a la vez que se mantiene la actividad agropecuaria. Estas medidas consisten en contratos quinquenales voluntarios entre la administración y los agricultores. En virtud de dichos acuerdos, los segundos son compensados económicamente con una prima por el incremento de costes o la pérdida de producción asociada a la aplicación de prácticas menos intensivas, con menor uso de fertilizantes y plaguicidas, y con cosechas más ajustadas a los requerimientos de las plantas y animales silvestres que precisamente habitan en los campos de cultivo.

Por ejemplo, en el año 2012, en la medida agroambiental “M183. Generación de corredores biológicos”, para conectar algunas zonas de la Red Natura 2000 de Zaragoza con alta presencia de aves esteparias, se solicitaron 5.882 hectáreas en los municipios de Belchite, Codo, Fuentes de Ebro y Quinto de Ebro (Zaragoza), que son los que acogen La Lomaza y El Planerón. El importe total pagado fue de 283.937 euros. En este caso, el principal compromiso de la medida agroambiental es la implantación de parcelas de cultivo de alfalfa en secano en zonas muy áridas, lo que rompe el tradicional monocultivo cerealista y fomenta la conservación de las aves esteparias.

El Director General de Conservación del Medio Natural ha comentado que “es importante proponer este tipo de medidas adecuadas para la biodiversidad que no prohíban o impongan, como se ha pretendido en Belchite con la medida M.183, para plantar alfalfa con el compromiso de 5 de años para mantenerla, creando así una comunidad de insectos que se ha demostrado científicamente que son muy beneficiosos para este tipo de fauna silvestre en época de reproducción”.

Generalmente las medidas agroambientales son acciones con objetivos diversos como el mantenimiento de rastrojos, barbechos, siembras intercaladas de leguminosas, la salvaguarda de franjas sin cultivar, la reducción de fertilizantes y plaguicidas, o la adecuación de la cosecha u otras labores agrícolas al ciclo reproductivo de las aves.

Según un estudio realizado por SEO/BirdLife a través del Proyecto Ganga, se ha confirmado que en Aragón los agricultores muestran interés en este tipo de prima, especialmente aquellos que están ubicados en ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves), donde hay más predisposición a participar, tal vez en ausencia de otras opciones.

El Planerón y La Lomaza de Belchite

En la comarca del Campo de Belchite hay dos áreas esteparias de gran interés ecológico en el contexto de Europa para la conservación de las aves de áreas cultivadas: el Refugio de Fauna Silvestre de La Lomaza de Belchite y la Reserva Ornitológica del Planerón de Belchite, propiedad de SEO/BirdLife y con 700 hectáreas de superficie-.

En estos paisajes secos y a la vez muy valiosos desde el punto de vista natural, habitan especies muy raras en el contexto de la Unión Europea como la alondra ricotí, la ganga ibérica, la ganga ortega, el sisón o el alcaraván.

El origen del Planerón hay que buscarlo en la campaña protagonizada por SEO/BirdLife en el año 1992, y consistente en la compra o cesión de terrenos de cultivo y baldíos, gracias a la colaboración de numerosas personas, colectivos sociales, empresas e instituciones públicas, como fue el Gobierno de Aragón. Sus terrenos iban a ser roturados debido a la reforma de la PAC de entonces, y todo este tesoro de estepa y parte de humedal salino se salvó in extremis.

Muy cerca de allí, se halla el Refugio de Fauna Silvestre de La Lomaza de Belchite, gestionado por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, y con características naturales muy similares al Planerón, por su vegetación y por la presencia de una muy importante población de alondra ricotí.



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