Incluido en el despliegue del Plan Director de Iluminación, los criterios sociales se combinarán con los criterios lumínicos.
Priorizar a los peatones por delante de las vías de circulación, mejorar los niveles lumínicos, la eficiencia energética y la inteligencia funcional y personalizar calles, edificios y monumentos. Estos son los objetivos del Plan Director de Iluminación, cuya última fase comienza ahora, antes de que, en octubre, se lleven a cabo las actuaciones definitivas.
La remodelación conseguirá aportar una mejor sensación lumínica sin aumentar la potencia, estará mejor repartida y evitará la sensación de manchas de luz. Todo ello se acompañará con sistemas de control y regulación para conseguir la máxima eficiencia.
En este sentido, los nuevos puntos de luz incorporarán tecnología smart light (detectores de presencia, control punto a punto, etc.) para poder realizar un tratamiento específico de zonas sensibles, como pasos de peatones, zonas 30 y proximidades a espacios verdes.
Para llevar a cabo esta remodelación se priorizarán las calles que tengan la instalación en mal estado físico, más de 20 años de antigüedad, averías habituales o problemas entre los puntos de luz y el arbolado. A cada calle se le aplicarán los criterios que convengan según cada caso, de manera personalizada.
La remodelación lumínica, presente en todos los distritos de la ciudad, significará una inversión de 15 millones de euros en 2.500 puntos de luz repartidos en cien tramos de calles.