Esta denuncia de la organización se enmarca en la celebración en Bruselas de la II Conferencia Europea de Seguridad Nuclear, organizada por el Grupo de Reguladores de Seguridad Nuclear Europea (ENSREG), en la que Greenpeace intervendrá mañana con un discurso en el que expondrá esta situación.
La central nuclear de Santa María de Garoña no ha incorporado todavía las Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC) emanadas de las Pruebas de Resistencia tras el accidente de Fukushima en marzo de 2011. Tampoco está implementando el Plan de Acción Nacional remitido por el Consejo de Seguridad nuclear (CSN) a la Comisión Europea en diciembre de 2012. Este incumplimiento se debe a que Garoña está en un proceso de declaración de cese definitivo de explotación (1).
Sin embargo, este proceso está siendo perturbado reiteradamente por el Gobierno de España, y apoyado por el CSN, lo que genera una indefinición jurídica y normativa que avala tanto el incuplimiento de las pruebas de resistencia en caso de cierre, como en caso de reapertura.
"Greenpeace exige que se cierre de manera definitiva e irreversible la central nuclear de Garoña, de lo contrario le están dando una coartada a la inseguridad nuclear", ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace. "El reactor de Garoña es igual que Fukusima, y el accidente en Japón fue consecuencia de la complicidad entre el Gobierno, el regulador y el operador, exactamente lo mismo que está sucediendo en España", concluye.