En concreto, el 81,6% de los encuestados citan el ahorro energético como principal razón para poner medidas que reduzcan el consumo energético, frente al 57% registrado en 2008, muy lejos del interés por la disminución de la contaminación, que cae del 32,3 al 13,8%. Entre los comportamientos más frecuentes se encuentran apagar la luz y los aparatos eléctricos cuando no se usan, utilizar bolsas propias para comprar, recurrir al transporte público o limitar el tiempo de la ducha.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, encargado de clausurar la presentación de este estudio, ha incidido en la importancia de que los ciudadanos sean conscientes de que "sus actuaciones cotidianas son determinantes en la generación de emisiones de CO2" e insta a "generalizar" este tipo de actuaciones para favorecer la aceptación de las políticas ambientales implementadas desde las administraciones públicas.
En este sentido, Ramos de Armas ha recordado que el 30% de gases de efecto invernadero proceden del consumo en los hogares y, añade que, aunque esta cuestión "ha perdido peso por la los problemas actuales" que afectan a la sociedad, "hay un alto grado de sensibilización". Así, ha aludido a uno de los datos del informe, que recoge que el 90% de los españoles reconocen el fenómeno del cambio climático.
Por su parte, el director del informe y profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, Pablo Ángel Meira, ha explicado que "hay ciertos hábitos ciudadanos que se están aceptando a raíz de la crisis y que no se van a olvidar", asumiéndose como "algo rutinario", y concluye que hay una "alta coincidencia entre las políticas estructurales del Gobierno en este campo con la predisposición de la sociedad".
En cualquier caso, el 47% de los ciudadanos considera que el Ejecutivo debería preocuparse por problemas más importantes que el cambio climático. "La crisis ha trasladado la preocupación por el cambio climático a un segundo o tercer plano", ha apostillado Meira, sobre una cuestión sobre la que el secretario de Estado también se ha pronunciado: "Hay otros problemas que han hecho de barrera, pero no es incompatible una respuesta a la crisis a corto plazo y un avance a medio plazo hacia una economía verde", ha añadido.
Ramos de Armas también ha apuntado hacia el futuro y asegura que "el camino está ya marcado" hacia una economía "con menos impacto sobre el territorio y menos emisiones". Asimismo, apuesta por una generación de nuevos emprendedores responsables ambientalmente y recuerda que, aunque las Administraciones deben comprometerse en esta tarea, "no podrán hacerlo solas". Por ello, reclama la "alianza" con una sociedad comprometida.
"Distanciamiento psicológico"
Por otra parte, el estudio de la Fundación Mapfre concluye que "el nivel de desinformación ha aumentado" desde 2008 y alude a un "distanciamiento psicológico" de los ciudadanos con este problema. Así, recoge que el 76,8% de los españoles reconoce estar "poco" o "nada" informado sobre las medidas de lucha contra el cambio climático y alude a una "creencia de que se trata de una cuestión lejana en el tiempo y que afectará a otros países".
Según explica el director de este estudio, "hay datos que pueden contradictorios", pero concluye que la sociedad española se encuentra en “stanby”, "con el piloto rojo encendido, pero esperando a una señal que sitúe la lucha contra el cambio climático en el lugar de relevancia que le corresponde".
Respecto a la relación entre el cambio climático y la salud, el 65% de los encuestados ve "posible" que el cambio climático afecte a su salud, pero "no conocen los problemas que puede acarrear", según ha matizado Meira. Así, el 80% cree "erróneamente" que los problemas estarán relacionados con el cáncer de piel, mientras que obvian aspectos como la expansión de enfermedades tropicales.
Por último, el 70% de los españoles considera que la propia sociedad es la principal generadora de este problema y de sus futuras consecuencias. En este sentido, el informe apuesta por trabajar en la "concienciación" y "sensibilización", de forma que el cambio climático se sitúe entre las principales preocupaciones entre los ciudadanos españoles.