Las aves, debido a su íntima relación con los ecosistemas, son fieles indicadores del estado de salud de los mismos. Por esta razón, el seguimiento a largo plazo representa una herramienta fundamental para establecer medidas adecuadas de gestión y conservación. En el caso de algunas especies de garzas que se alimentan fundamentalmente en arrozales, conocer el tamaño de su población y otros datos poblacionales reviste una gran importancia en el contexto del parque natural, dada la íntima relación entre agricultura y conservación en este espacio.

En 2013 el número total de garzas nidificantes en el Parque Natural de l¨Albufera ha sido de 2.976 parejas. Entre ellas, destacan la garcilla bueyera (1.347 parejas), la garceta común (824 parejas) y la garza real (360 parejas). Aunque con menor número de parejas reproductoras, destacan también la garcilla cangrejera (260 parejas), catalogada como Casi Amenazada en el Libro Rojo de las Aves de España, y el morito común (91 parejas), catalogada como Vulnerable, según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Respecto a años previos, se aprecia una disminución del número total de parejas nidificantes. El censo de 2011 reflejó un total de 4.701 parejas totales, y de 3.390 en 2012. Este cambio es debido al descenso en los dos últimos años del número de parejas de garza real, garceta común y martinete común. Es especialmente llamativo el caso de la garza real, que ha sufrido un descenso de más del 55% desde 2011, cuando contaba con 795 parejas, por 360 del actual año.

La inundación de los arrozales cada vez más tardía parece encontrarse detrás de esta tendencia. En 2013 la inundación se ha realizado casi a final de mayo, 15 días más tarde que en 2012, suponiendo una reducción notable de la disponibilidad de alimento durante el inicio de la reproducción para las aves que se alimentan en arrozales. De hecho, la garza real, garceta común y martinete común, las especies que muestran un descenso de la población reproductora, son las que presentan una alimentación más restringida a estos ambientes, por depender de peces, anfibios y cangrejo rojo. Además, la garceta común ha reducido el número de huevos puestos por nido en 2013 (2.6 huevos por nido de media) que en 2012 era de 3.1.
 
Por otro lado, las especies que utilizan preferentemente ambientes de vegetación natural con aguas someras para alimentarse (como la garza imperial o la garcilla cangrejera) se mantienen estables o en aumento, beneficiadas por la presencia y gestión adecuada de áreas restauradas, como son los filtros verdes.



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