El uso del aceite de palma en los agrocombustibles es mucho más alto del que se estimaba
Los agrocombustibles procedentes de la palma se pueden considerar como los más dañinos del mercado europeo, desde el punto de vista social y ambiental. Están relacionados con la rápida deforestación en el Sudeste asiático, lo que aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero y genera una tremenda perdida de biodiversidad, con incendios forestales y con nubes de gases tóxicos en toda la región. A su vez los monocultivos de palma han provocado situaciones de explotación laboral e infantil y cientos de casos de conflictos por la tierra entre comunidades y empresas productoras.
Según los datos aportados por el nuevo análisis del Instituto Internacional por el Desarrollo Sostenible para Amigos de la Tierra, la Unión Europea importó en 2012 6,38 millones de toneladas de aceite de palma, repartiéndose su empleo entre los sectores de la alimentación y cosmética (61%), la producción de energía y calor (9%) y la fabricación de biodiesel (30%). Cifras que representan un cambio significativo comparado a 2006, cuando se importó en total 4,5 millones de toneladas, repartidas en un 82% en alimentos y cosméticos, un 9% en electricidad y calor, y tan sólo un 9% en biodiesel.
Estos datos demuestran claramente que las políticas europeas sobre biocarburantes están fomentando la entrada de aceite de palma a los países de la UE. Entre 2006 y 2012, el incremento de la cantidad total importada ha sido del 40%, pero el de la cantidad que se destinó a biodiesel ha sido del 365%, pasando de 0,4 a 1,9 millones de toneladas.
Entre los países que más han aumentado sus importaciones de aceite de palma para biodiesel se encuentra España en tercer lugar después de los Países Bajos y Bélgica, pasando de 30.000 toneladas en 2006 a 200.000 toneladas en 2012, un aumento del 567%. Estas 200.000 toneladas representan el 36% de la entrada total de aceite de Palma a nuestro país como materia prima.
Liliane Spendeler, directora de Amigos de la Tierra declaró: “el aceite de palma está llevando a una deforestación masiva, acabando con la biodiversidad, desencadenando conflictos sociales y acelerando el cambio climático. La cantidad de carburante a base de aceite de palma utilizado en Europa está llegando a niveles alarmantes, y seguirá en aumento, a menos que los eurodiputados decidan esta semana limitar el uso de agrocombustibles. Los conductores, sin saberlo, están obligados a llenar sus depósitos con combustible que destruye las selvas tropicales, sus comunidades y el clima”.
Si bien a primera vista se podría pensar que conducir con este agrocombustible es más sostenible, se estima que la huella de carbono del biodiesel fabricado con aceite de palma es peor que la del diesel a base de petróleo, principalmente a causa del cambio indirecto del uso del suelo (ILUC) que provoca.
Nur Hidayati, responsable de campañas de WALHI (Amigos de la Tierra Indonesia) indicó que “las organizaciones de la sociedad civil en los países del Sur han seguido con ansiedad el desarrollo de las políticas europeas sobre agrocombustibles. El incremento desmesurado del aceite de palma en la demanda europea está multiplicando la deforestación, el acaparamiento de tierras y los conflictos en Indonesia. Se deben poner límites y reducir su uso, si no, la Unión Europea tendrá la responsabilidad de intensificar los problemas de los afectados por la extensión de la Palma”.
A menos que los eurodiputados voten esta semana para limitar los agrocombustibles, la dependencia del aceite de palma seguirá aumentando para cumplir con los objetivos para 2020. La producción de biodiesel procedente de cosechas europeas se está estancando mientras se estima que el uso del aceite de palma en biodiesel aumentará un 40% más para esta fecha.