Desde el pasado sábado 21 de septiembre se está llevando a cabo la primera campaña del proyecto SUBVENT a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides, perteneciente a la Armada española. El proyecto, coordinado por el investigador del Centro Oceanográfico de Málaga del IEO Juan-Tomás Vázquez, se centra en el estudio de las emisiones submarinas de fluidos en los márgenes continentales de las Islas Canarias y del golfo de Cádiz, unos procesos que permiten la formación de importantes mineralizaciones en los fondos oceánicos y el desarrollo de hábitats y comunidades biológicas únicas.Las emisiones de fluidos (Submarine venting) están compuestas por agua y/o gases, y su temperatura puede tener un rango de valores muy amplio.
Están generadas por distintos procesos geológicos, como la actividad volcánica, la presencia de hidrocarburos o fangos plásticos sometidos a presiones en el subsuelo marino, o por procesos de alteración de las rocas de los fondos oceánicos al interaccionar con el agua marina. La importancia de estas emisiones radica en el papel que desempeñan en la transferencia de materia y energía entre la Geosfera y la Hidrosfera, en la formación de importantes mineralizaciones en los fondos oceánicos y en su influencia en el desarrollo de hábitats y comunidades biológicas específicas.
El proyecto es fruto de la colaboración existente entre el Instituto Español de Oceanografía y el Instituto Geológico y Minero de España, ambos del Ministerio de Economía y Competitividad, junto con el Instituto Hidrográfico de la Marina (Ministerio de Defensa), y está financiado por el Plan Nacional de I+D+I (2012).
El objetivo de la investigación es conocer las características fisicoquímicas de la columna de agua, así como las geológicas y biológicas del fondo y subsuelo marino dónde se tienen evidencias de la presencia de estas emisiones submarinas. Para ello se utilizarán diferentes técnicas de adquisición de datos indirectos y directos, como son: ecosonda de batimetría multihaz, sísmica de alta y muy alta resolución, ecosondas para la columna de agua, observación de los fondos oceánicos con cámaras fotográficas y de video de alta resolución, roseta oceanográfica, draga de arrastre y testigo de sedimento.
El equipo científico tiene un carácter multidisciplinar, e incluye a investigadores que abarcan diversos campos de la Oceanografía, la Geología y la Hidrografía, y contaráncon la asistencia del personal de la Unidad Técnica Marina del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la propia tripulación del Hespérides. Así mismo,participarán investigadores y estudiantes de la Universidad de Cádiz, la Universidad Católica de Valencia, la Universidad de Göttinghen (Alemania), la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad Politécnica de Madrid.
El equipo investigador tiene amplia experiencia en el estudio de estructuras asociadas a escapes de fluidos en el margen del golfo de Cádiz, donde llevan trabajando desde 1999.El Instituto Español de Oceanografía (IEO), es un organismo público de investigación (OPI), dependiente de la Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad, dedicado a la investigación en ciencias del mar, especialmente en lo relacionado con el conocimiento científico de los océanos, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino.
El IEO representa a España en la mayoría de los foros científicos y tecnológicos internacionales relacionados con el mar y sus recursos. Cuenta con nueve centros oceanográficos costeros, cinco plantas de experimentación de cultivos marinos, 12 estaciones mareográficas, una estación receptora de imágenes de satélites y una flota compuesta por siete buques oceanográficos, entre los que destaca el Cornide de Saavedra, el Ramón Margalef y el Ángeles Alvariño.
El Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y, en particular, el Programa Operativo de I+D+i por y para el Servicio de las Empresas (Fondo Tecnológico), participa en la cofinanciación de los buques Ramón Margalef y Ángeles Alvariño, así como en el Vehículo de Observación Remota (ROV) Liropus 2000.